Miles de personas, entre ellas indígenas, estudiantes universitarios, bomberos y docentes, marcharon este martes en Santa Cruz, la mayor región de Bolivia, para protestar contra lo que consideran el mayor “desastre ecológico” que ha sufrido el departamento a causa de los incendios forestales que azotan el país.
La movilización, organizada por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), recorrió las principales calles de Santa Cruz, culminando en la sede de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT). A la marcha se sumaron indígenas de la región de Chiquitania, una de las zonas más afectadas por los incendios, quienes habían llegado días antes desde sus comunidades para exigir respeto por sus tierras.
Entre las consignas más repetidas durante la manifestación, destacaba la frase "Sin bosques, sin agua no hay vida, no hay nada", reflejando la desesperación ante la crisis ambiental. La ciudad de Santa Cruz, en ese mismo día, registró una calidad del aire "muy mala" debido al denso humo provocado por los incendios.
Frente a las oficinas de la ABT, los manifestantes realizaron un mitin en el que criticaron duramente la respuesta del gobierno del presidente Luis Arce, acusándolo de haber tardado en declarar el “desastre nacional” ante la magnitud de los incendios, algo que finalmente se hizo el pasado lunes. “Nos estamos incendiando en vida”, expresó la líder indígena Beatriz Tapanache, quien prometió defender los territorios indígenas de las invasiones de grupos señalados como responsables de provocar los incendios para expandir la producción agrícola.
Reinerio Vargas, vicerrector de la Uagrm, fue otro de los líderes presentes que manifestó su indignación, afirmando que Bolivia está experimentando un “biocidio”. Vargas acusó a la ABT y a otros organismos estatales de autorizar quemas controladas, conocidas como 'chaqueos', permitiendo la invasión de tierras en el oriente del país. "Si estos incapaces de la ABT, con sus cómplices del Ejército y la Policía, no tienen valor para defender la tierra, que nos digan y nosotros lo haremos", sentenció Vargas.
Por su parte, Vicente Cuéllar, rector de la Uagrm y candidato presidencial, también participó en la marcha y denunció lo que consideró una “quema indiscriminada de la naturaleza y los bosques”. Cuéllar criticó al gobierno por haber esperado a que más de 7 millones de hectáreas fueran consumidas por las llamas antes de declarar el desastre. "El Gobierno ha esperado a que se quemen más de 7 millones de hectáreas después de cuatro meses y recién declara el desastre nacional", lamentó Cuéllar, quien instó a las autoridades a movilizar los recursos necesarios para controlar los incendios.
El humo de incendios forestales llena el aire el jueves 5 de septiembre de 2024, en La Paz, Bolivia (AP Foto/Juan Karita, archivo)
El rector también advirtió que presentarán denuncias penales contra las autoridades nacionales, a quienes acusó de complicidad y encubrimiento de los sectores responsables de los incendios.
Los incendios forestales son un problema recurrente en Bolivia durante esta época del año, debido principalmente a las quemas controladas que se realizan para preparar el terreno para la agricultura y el pastoreo. Según los últimos datos oficiales proporcionados por el gobierno, hasta principios de septiembre se habían afectado 3,8 millones de hectáreas a nivel nacional, aunque la Gobernación de Santa Cruz sostiene que en esa región los incendios ya han arrasado con más de 7 millones de hectáreas.
El presidente Arce finalmente declaró el “desastre nacional” tras recibir informes de distintas instancias y tras una reunión con autoridades de Santa Cruz, aunque no confirmó ni desmintió las cifras sobre la superficie afectada, que ya superaría la reportada en todo el país en 2019.
(Con información de EFE)