Desde su lanzamiento, TikTok ha sabido competir con gigantes como Instagram y YouTube, marcando tendencia con sus videos cortos y desafiantes. Sin embargo, su éxito no ha estado exento de polémicas, incluyendo preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios, adicción y contenido inapropiado.
TikTok surgió en 2016 con el lanzamiento de “Douyin” en China, desarrollado por ByteDance, y en 2017 se extendió al mercado global bajo el nombre TikTok. Tras fusionarse con Musical.ly en 2018, alcanzó 800 millones de usuarios activos para 2020. No obstante, ese mismo año, el expresidente Donald Trump intentó prohibir la aplicación en Estados Unidos, alegando preocupaciones de seguridad nacional, especialmente por la posibilidad de espionaje y la transferencia de datos a China.
En 2023, los legisladores estadounidenses avanzaron con un proyecto de ley para prohibir TikTok o forzar a ByteDance a vender su parte estadounidense, sumándose a otros países que ya han impuesto restricciones, como la Unión Europea.
Adicción y contenido peligroso
TikTok no solo enfrenta problemas políticos; también es criticada por fomentar la adicción. Su algoritmo utiliza técnicas diseñadas para mantener a los usuarios enganchados durante horas, lo que ha llevado a la plataforma a implementar límites de tiempo para menores y lanzar campañas de concientización con influencers. Sin embargo, los contenidos peligrosos, como retos virales, siguen siendo un gran desafío. En 2019, la muerte de una niña siciliana de 10 años que participaba en un reto de la plataforma expuso las graves consecuencias de la falta de control sobre el contenido que llega a los menores.
Además, la propagación de desinformación, como las "fake news" relacionadas con el Covid-19, también generó alarma. Aunque TikTok ha implementado sistemas para verificar la credibilidad de los contenidos, las preocupaciones sobre su verdadera misión y el impacto en sus millones de usuarios persisten. ¿Cuál es realmente el pro