El Gobierno Nacional ha anunciado nuevas subas en las tarifas de luz y gas para lo que resta de 2024 y a lo largo de 2025, dejando de lado el enfoque en la quita focalizada de subsidios. El objetivo es acelerar la reducción del gasto público en subsidios, utilizando la segmentación vigente.
El principal interrogante es si se implementará la esperada Canasta Básica Energética (CBE) con un esquema más focalizado, mientras los aumentos tarifarios seguirán proyectándose en el presupuesto para 2025.
La estructura de las tarifas
Las facturas que reciben los usuarios están compuestas por cuatro elementos: energía, transporte, distribución e impuestos. En el caso de la energía, el Estado subsidia la diferencia entre lo que abonan los hogares y el precio real de la electricidad o el gas, mientras que comercios e industrias pagan el costo pleno.
Presupuesto 2025 y el fin de los subsidios
Según el presupuesto presentado para 2025, el 84,83% del costo mayorista del sistema eléctrico será cubierto por la tarifa que abonan los usuarios. Esto significa que, por cada $100 de factura, los usuarios cubrirán $85, mientras que el resto será subsidiado.
El gobierno de Javier Milei aspira a cerrar 2024 con un 65% de cobertura, con incrementos mensuales del 4% y una baja de precios de la electricidad. Esta tendencia, junto con un tipo de cambio estable al 2% anual, permitiría reducir aún más los subsidios.
Comparación con la gestión anterior
Durante el mandato de Alberto Fernández, las tarifas estuvieron congeladas, con los usuarios cubriendo solo el 48% del costo energético. A diferencia de esa política, el actual gobierno busca reducir los subsidios de manera más acelerada. En 2023, estos subsidios representaron el 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI), con una proyección de reducción a 1% en 2024 y a 0,5% en 2025.
Segmentación de usuarios y nuevos aumentos
Los aumentos de tarifas se aplicarán en función de un esquema que divide a los usuarios en tres niveles según sus ingresos:
Nivel 1: Ingresos altos (N1). Hogares con ingresos mensuales equivalentes o superiores a 3,5 Canastas Básicas Totales (CBT) según el INDEC, y con bienes como vehículos de menos de 5 años de antigüedad o múltiples inmuebles.
Nivel 2: Ingresos bajos (N2). Hogares con ingresos menores a una CBT para un hogar tipo 2, sin poseer vehículos nuevos ni múltiples propiedades.
Nivel 3: Ingresos medios (N3). Hogares con ingresos entre 1 y 3,5 CBT, con hasta dos inmuebles y un vehículo de menos de 3 años de antigüedad.
Futuro de la Canasta Básica Energética
El esquema de la Canasta Básica Energética (CBE) buscará garantizar que los hogares que no puedan cubrir el costo total de la energía reciban subsidios directos del Estado, dependiendo del porcentaje de sus ingresos que destinen a estos servicios. El lanzamiento del CBE estaba previsto para abril, pero se postergó con un decreto que extiende el período de transición hasta noviembre, con posibilidad de prórroga.
Este plan tiene como objetivo asegurar que, para 2026, los subsidios energéticos representen una mínima porción del PBI, culminando así un proceso de ajuste gradual que afectará a todos los hogares del país según sus niveles de ingreso y consumo energético.
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