Un nuevo derrame de hidrocarburos en el puerto de Vicentin obligó a la planta potabilizadora de Fray Luis Beltrán a detener sus operaciones este miércoles por la mañana. El incidente se descubrió cuando los trabajadores de la planta, cerca de las 8:00, identificaron la presencia de una sustancia viscosa en las piletas de tratamiento. La investigación inicial señaló que el origen del contaminante se encontraba en el muelle de la cerealera Vicentin en San Lorenzo, aguas arriba. Este es el segundo accidente relacionado con la agroexportadora en menos de dos semanas.
El pasado 24 de agosto, toneladas de azufre cayeron al río Paraná desde un buque que descargaba para la empresa Nouryon en el mismo puerto. Las imágenes del derrame fueron captadas por vecinos y rápidamente se viralizaron en redes sociales, generando preocupación. En ambos casos, los incidentes no fueron notificados oficialmente.
Los trabajadores de la planta potabilizadora detectaron la mancha de hidrocarburos en la superficie del río, lo que les llevó a detener el bombeo para evitar mayores daños en los sistemas de filtración, aunque los ductos ya resultaron afectados. Desde la municipalidad de Fray Luis Beltrán se emitió una alerta a la población, advirtiendo sobre la interrupción del tratamiento de agua y la inminente reducción del suministro. Se instó a los vecinos a racionar el uso de agua potable hasta que se logre normalizar la situación.
Hasta el momento, no se ha determinado la cantidad exacta de hidrocarburos vertidos ni las causas del derrame. Se especula que podría tratarse de un derrame de sentina, un espacio debajo de la sala de máquinas de los barcos donde se recogen los residuos líquidos. Estos fluidos, altamente contaminantes, deben ser tratados en alta mar o en plantas especializadas, lo que subraya la gravedad del incidente al producirse en agua dulce.
Vicentin, una empresa argentina envuelta en múltiples procesos judiciales, no ha emitido ningún comunicado respecto a este nuevo incidente. La empresa ya enfrentaba serias dificultades legales, incluyendo el procesamiento de 14 de sus directivos por presunta estafa multimillonaria contra el Estado, un caso en manos del juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde.
Este nuevo incidente no solo amplía la lista de problemas judiciales de Vicentin, sino que también añade un serio componente ambiental a su historial. La situación se agrava en un contexto de extrema bajante del río Paraná, que registró su nivel más bajo del año el pasado 20 de agosto, con 0,48 metros. Aunque el caudal ha mostrado una leve recuperación, sigue estando por debajo del metro, complicando aún más la extracción de agua para potabilizar.
La planta potabilizadora de Fray Luis Beltrán, ya afectada por la bajante, enfrenta ahora una crisis sin precedentes. Las bombas instaladas en el muelle no pueden captar el caudal necesario para el tratamiento de agua, y ni siquiera el uso de bombas sumergibles, que deberían extender la captación a puntos más profundos, ha logrado mitigar el problema. A esta situación crítica se suma el nuevo derrame de Vicentin, que pone en jaque el suministro de agua potable para la región.