Los Primeros Calores de la Primavera: Cómo Protegerse de los Efectos del Cambio Climático en la Salud

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Con la llegada inminente de la primavera, las temperaturas comenzarán a ascender rápidamente, pasando de los fríos extremos del invierno a un calor casi veraniego. Este cambio puede tener un impacto notable en nuestro bienestar, provocando síntomas como fatiga, debilidad, ansiedad, insomnio, irritabilidad, sensación de estupor, trastornos digestivos y malestar general.

Aparte de los estornudos causados por el polen, una constante en la primavera, este año enfrentamos el añadido del cambio climático, que según el Servicio Meteorológico Nacional, traerá un aumento inusual de las temperaturas para la época.

El impacto del cambio de clima en nuestro organismo no está completamente claro. Algunos estudios sugieren que las variaciones en temperatura, humedad y presión atmosférica pueden afectar los neurotransmisores, químicos esenciales en nuestra biología.

Preparación para el Cambio

Para adaptarse a estos cambios, se recomienda adoptar una dieta rica en nutrientes y mantener una rutina de ejercicio regular. Estas prácticas pueden ser útiles para combatir la fatiga y el estrés. Además, es crucial garantizar al menos 8 horas de sueño cada noche.

No hay una solución rápida para prevenir los efectos del cambio climático en el sistema inmunológico. Sin embargo, aquellos con experiencia en este ámbito suelen comenzar medidas preventivas anticipadas, como la incorporación de suplementos probióticos de alta calidad en su rutina diaria, comenzando al menos tres semanas antes del cambio climático.

Además de los probióticos, adoptar ciertas actividades puede ayudar a retrasar o incluso prevenir los efectos negativos del clima en el cuerpo. Durante las transiciones estacionales más críticas, como el verano y el invierno, el cuerpo ajusta sus hormonas para adaptarse al nuevo clima, lo que puede afectar la serotonina y la melatonina, neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo y el sueño.

Estado Mental y Físico

Estos síntomas pueden ser señales de un deterioro en el estado mental y físico. Los cambios bruscos en el clima pueden sorprender al intestino, que no está preparado para la nueva realidad, lo que lleva a una condición conocida como “disbiosis intestinal” — un desequilibrio en la microbiota intestinal. Esto puede provocar trastornos gástricos debido a la adaptación forzada del cuerpo, produciendo un exceso de ácido estomacal y una respuesta inmunológica deficiente.

Cambio Climático y Salud Global

El cambio climático se perfila como una grave amenaza para la salud mundial en el siglo XXI. Según la Organización Panamericana de la Salud, se prevé que 250.000 muertes adicionales por enfermedades sensibles al clima (como el estrés por calor, desnutrición, dengue y malaria) ocurran a partir de 2030. Esta estadística subraya la urgencia de abordar y adaptarse a los desafíos que presentan las variaciones climáticas extremas. 

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