En los últimos tiempos, el debate sobre la política económica del gobierno de Javier Milei ha puesto de relieve un fenómeno notable en el sector corporativo argentino: la salida de importantes multinacionales y el traspaso de sus marcas a empresarios nacionales. Una campaña en la red social X ha reunido diversos movimientos de empresas extranjeras y locales, acusando al actual gobierno de fomentar un éxodo de compañías por no poder soportar la política económica libertaria.
Entre los casos más destacados se encuentran Procter & Gamble (P&G) y Clorox, que han dejado el país, transfiriendo sus icónicas marcas a grupos empresariales argentinos. Este fenómeno incluye marcas reconocidas como Duracell, Pampers, Oral-B y Ayudín, las cuales han cambiado de manos en respuesta a una economía que se ha deteriorado progresivamente.
P&G, que anunció su salida de Argentina el año pasado, vendió su negocio a Newsan S.A., un conglomerado tecnológico de Tierra del Fuego. Este acuerdo de exclusividad marca la entrada de Newsan en el mercado de consumo masivo, que ahora maneja marcas como Gillette, Pantene y Pampers, además de adquirir la planta en Villa Mercedes, donde se seguirán produciendo pañales y toallitas femeninas.
En 2023, P&G ya había traspasado a DreamCo las marcas Ariel y Magistral, junto con la planta en Pilar, completando así el traspaso de Pampers, Gillette y Pantene a nuevos propietarios. Asimismo, la marca Oral-B, conocida por sus productos de higiene bucal, también fue adquirida por empresarios argentinos.
El caso de Duracell es igualmente revelador. En marzo de 2016, P&G transfirió la marca de pilas a Berkshire, un líder del mercado argentino. A pesar de la preocupación generalizada, Berkshire ha declarado que no tiene intenciones de abandonar el mercado local.
Esta tendencia de traspasar marcas a compañías locales no es nueva. DirecTV, por ejemplo, fue adquirida por el grupo argentino Werthein en una transacción que también incluyó operaciones en otros países de América Latina. De manera similar, Edding vendió su filial argentina a Grupo Mendizábal por un simbólico dólar, y Harari adquirió los negocios de Nike y Zara en Argentina.
Recientemente, el grupo panameño Apex Capital compró Clorox Argentina, incluyendo las marcas Ayudín y Poett, junto con otras propiedades de la firma. The Clorox Company, conocida por sus productos de limpieza, decidió vender sus operaciones en Argentina debido al complejo contexto económico, dejando un vacío significativo en el mercado.
Apex Capital, especializado en empresas de consumo masivo, adquirió las operaciones de Clorox en Argentina, Uruguay y Paraguay, y rebautizó el conglomerado como ‘Grupo Ayudín’. Esta adquisición incluye marcas destacadas como Ayudín, Poett y Trenet, y ha mantenido los empleos de los 450 trabajadores que formaban parte de la estructura anterior.
A pesar de la venta, Clorox sigue manteniendo sus centros corporativos y de investigación en la región, aunque el aporte del país a sus ventas globales era apenas del 2%.