El procedimiento incluyó la clausura del lugar y la detención del responsable.
En un nuevo operativo de inspección llevado a cabo por la Municipalidad de Rosario, en colaboración con la Policía de la Provincia de Santa Fe, se desmanteló este jueves por la tarde una chatarrería en la zona norte de la ciudad. El operativo fue parte de los esfuerzos conjuntos entre la Secretaría de Control y Convivencia y las fuerzas policiales para verificar la legalidad de los materiales que se comercializan en este tipo de establecimientos.
La inspección, realizada en un comercio ubicado en Machain al 1200, permitió el hallazgo de 16 medidores de gas, luminarias públicas y columnas de alumbrado municipal —algunas con tecnología LED—, autopartes, aproximadamente mil kilos de plomo, cobre y bronce, y dos rifles de aire comprimido. Ninguno de estos materiales contaba con la documentación que acreditara su origen lícito.
Como resultado de la operación, el titular de la chatarrería fue detenido y trasladado a la Comisaría 9°, mientras las autoridades investigan la procedencia de los elementos. Paralelamente, los agentes municipales clausuraron el comercio, que permanecerá cerrado hasta que se esclarezca la situación.
El secretario de Control y Convivencia de la Municipalidad, Diego Herrera, resaltó que este tipo de procedimientos se ha intensificado desde febrero, cuando se firmó un convenio con el Ministerio de Seguridad provincial para reforzar los controles sobre los comercios de chatarra. "Nuestro objetivo es prevenir el robo y vandalismo que afecta a los vecinos día a día. Estos operativos están logrando resultados muy positivos", afirmó Herrera.
Operativos en aumento
Desde enero de este año, se han inspeccionado 70 chatarrerías en Rosario, con la clausura de casi 30 de ellas por irregularidades similares. En total, se han secuestrado casi 20 toneladas de materiales, y más de 20 personas han sido detenidas en conjunto con el gobierno provincial. Además, la Secretaría de Control ha presentado 13 denuncias penales en los tribunales locales.
Estos controles buscan combatir la creciente actividad delictiva relacionada con el robo de cobre, materiales ferrosos y autopartes, un problema que afecta tanto a las infraestructuras públicas como a la propiedad privada. Las autoridades municipales han prometido continuar con estas acciones para reducir el impacto de estos delitos en la comunidad.