El juez federal de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez, enfrenta una grave denuncia ante la Cámara de Apelaciones de Rosario, presentada por una empleada de su juzgado, quien alega haber sido víctima de repetidos maltratos y agresiones verbales. Estas situaciones, según la denunciante, han afectado profundamente su vida cotidiana, llevándola a requerir tratamiento para su salud mental y física.
La empleada, que ha trabajado en la justicia federal desde 2008, decidió exponer ante la Cámara una serie de incidentes ocurridos en julio pasado, cuando Rodríguez mostró un comportamiento agresivo hacia ella y un colega de la Secretaría Electoral. En su denuncia, detalló cómo el magistrado, visiblemente irritado por una solicitud de justificación de gastos, la sometió a una serie de abusos verbales que incluyeron expresiones como “Yo soy el juez y ustedes no son nada” y “la plata me la paso por el orto”.
Los episodios no se limitaron a ese incidente. La denunciante describe cómo, tras el altercado, Rodríguez buscó perjudicar a un agente de la Secretaría Electoral con quien ella había hablado sobre la situación, solicitando su remoción y la terminación del contrato de un familiar. Además, durante la feria judicial, Rodríguez continuó acosando a la empleada a través de mensajes en los que le sugería buscar otro lugar de trabajo si no estaba contenta en su puesto actual.
A pesar de la intervención de representantes del Sindicato de Empleados Judiciales, la situación no mejoró. Una reunión convocada para resolver el conflicto terminó en más tensiones, con Rodríguez negándose a pedir disculpas. La empleada, devastada emocionalmente, decidió finalmente elevar una nota a la presidenta del tribunal de alzada, Silvina Maria Andalaf Casiello, solicitando que se activen los protocolos necesarios para proteger su trabajo y su salud.
Este caso pone en el centro de la atención pública las condiciones laborales dentro de la justicia federal, y abre un interrogante sobre cómo se gestionan las denuncias de violencia laboral en un ámbito tan delicado como el judicial.