Líneas Aéreas del Estado (Lade), la aerolínea estatal que está a punto de cumplir 80 años de historia, enfrenta una situación crítica que podría comprometer su futuro. Este lunes, se publicó el decreto 712/2024 en el Boletín Oficial, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo. En su artículo 5, se instruye a la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) para que en los próximos 120 días "dicte una normativa específica relativa al uso de aeronaves públicas o privadas de propiedad estatal". El segundo artículo del decreto añade que las aeronaves estatales "podrán realizar actividades aerocomerciales siempre que cuenten con las autorizaciones correspondientes otorgadas por la autoridad aeronáutica".
Este decreto ha despertado alarmas en distintos sectores vinculados a la defensa, como la revista Zona Militar y el portal Pucará Defensa. Santiago Rivas, director de este último, resumió la gravedad de la situación titulando su artículo: "La Argentina decreta el final de las operaciones aerocomerciales de Lade". En Zona Militar, Mariano Videla Solá advirtió que "el futuro de las operaciones de esta aerolínea representa un interrogante de cara al futuro", subrayando que la nueva normativa "plantea un desafío significativo para Lade como aerolínea de fomento".
Lade, dependiente del Ministerio de Defensa y operada por la Fuerza Aérea, ha desempeñado un papel crucial en la conectividad aérea del país, especialmente en regiones alejadas. Fundada formalmente en 1944, aunque con operaciones que datan de 1940, Lade se creó con el propósito de unir a las localidades más distantes de Argentina. Con una flota que alguna vez cubrió 30 destinos –incluyendo vuelos regulares a las Islas Malvinas entre 1972 y el conflicto del Atlántico Sur– Lade ha sido pionera en la aeronáutica social argentina.
A pesar de su rica historia, Lade ha enfrentado dificultades en los últimos años. Durante el gobierno de Mauricio Macri, la aerolínea fue noticia en dos ocasiones: en 2016, cuando se intentó abrir la Antártida al turismo con vuelos a la base Vicecomodoro Marambio, y en 2018, cuando dos de sus aviones SAAB 340B fueron dejados en tierra por falta de mantenimiento. Actualmente, Lade opera con una flota reducida que incluye cinco aviones SAAB 340B (uno fuera de servicio), dos Fokker F-28, cuatro Twin Otter DHC-6-200 y un Boeing 737, además de aviones de carga como el Hércules C-130.
El reciente decreto 712/2024 introduce incertidumbre sobre la continuidad de Lade, cuya operación ya ha sido afectada por recortes presupuestarios y la reducción del Fondef (Fondo de Desarrollo y Promoción de la Defensa), que había financiado la modernización de parte de su flota. Aunque el decreto aclara que las aeronaves públicas no podrán realizar actividades comerciales a menos que cuenten con autorizaciones específicas, la ambigüedad de la normativa ha generado preocupación entre los expertos y dentro de las Fuerzas Armadas.
En resumen, la supervivencia de Lade está en manos de la Anac, que deberá establecer en los próximos meses las reglas del juego para el uso de las aeronaves estatales en actividades aerocomerciales. Con su futuro en la cuerda floja, la histórica aerolínea se enfrenta a uno de los mayores desafíos de sus ocho décadas de existencia..
