Los últimos informes de la Secretaría de Trabajo de la Nación revelaron que el empleo privado continúa en declive, marcando el séptimo mes consecutivo de pérdidas netas de puestos de trabajo. A pesar de los esfuerzos del gobierno por mostrar un equilibrio en las cuentas públicas y la desaceleración inflacionaria, la realidad económica interna refleja un panorama sombrío, especialmente en sectores como la construcción y la industria. La contratación de personal apenas supera los niveles observados durante las crisis de 2002 y la pandemia en 2020.
El impacto negativo sobre el empleo no discrimina sectores, aunque la construcción y la industria figuran entre los más afectados. Según los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) correspondientes a mayo de 2024, la provincia de Santa Fe también experimentó esta realidad, registrando la pérdida de 14,700 puestos de trabajo desde diciembre. Esta cifra representa una contracción interanual del 2.5% y una disminución del 0.3% en comparación con el mes anterior.
El gobierno provincial reconoce la gravedad de la situación, pero no la considera irreversible. Desde el Ministerio de Producción de Santa Fe, se están implementando políticas como la Mesa de Petróleo, Gas y Minería, que buscan reconvertir la producción para adaptarse a la demanda actual y aprovechar la implementación del Régimen de Incentivos a la Generación de Inversión (RIGI).
Números que Preocupan
Los datos oficiales muestran una disminución del 0.2% en el empleo privado registrado en empresas con más de diez empleados en junio de 2024, marcando así el séptimo mes consecutivo de caída neta del empleo, acumulando una reducción del 2.4% desde noviembre de 2023. Aunque la caída ha desacelerado en los últimos meses, la tendencia sigue siendo negativa. En sectores como la industria manufacturera, la contracción fue del 0.5%, sumando cinco meses consecutivos de pérdidas, mientras que la construcción sufrió la mayor caída, con un 0.7%.
Además de la pérdida de empleo, otro dato preocupante es el bajo nivel de contrataciones. Las tasas de contratación alcanzaron niveles tan bajos como los vistos durante las crisis de 2002 y 2020, con una tasa de entrada que cayó 0.7 puntos porcentuales interanual en junio de 2024. A su vez, las desvinculaciones también mostraron una reducción, tanto en comparación con el mes anterior como con el mismo período del año pasado.
Finalmente, las suspensiones de empleados también exhiben una tendencia al alza, afectando a 1 de cada 100 trabajadores en junio de 2024. El porcentaje de empresas que aplicaron suspensiones alcanzó el 5.9%, el nivel más alto en el último año y comparable con los registros previos a la pandemia.
A pesar de estos esfuerzos y políticas, los desafíos para revertir la tendencia negativa del empleo privado en Argentina son significativos, y los efectos se sienten profundamente en la vida cotidiana de los trabajadores afectados.
