El fondo buitre Burford Capital ha iniciado un proceso legal para embargar activos de Aerolíneas Argentinas y otras empresas estatales, buscando cobrar un fallo judicial por 16.000 millones de dólares a raíz de la expropiación de YPF. Según informó el Financial Times, Burford también planea ir tras activos de Arsat, Enarsa y Banco Nación, considerándolos “alter egos” del Estado argentino, aunque los abogados de Argentina niegan esta posibilidad.
Burford, que obtuvo un fallo favorable de la jueza neoyorquina Loretta Preska, basa parte de su estrategia en declaraciones del presidente Javier Milei, quien ha manifestado su intención de reprivatizar YPF y otras compañías estatales. El argumento de “alter ego” sostiene que estas empresas, al ser extensiones del Estado argentino, podrían tener sus activos en el exterior sujetos a embargo.
El Financial Times compara este caso con el del fondo buitre Elliott, que mantuvo retenida la Fragata Libertad en Ghana durante más de dos meses, hasta llegar a un acuerdo en la gestión de Mauricio Macri. En esta ocasión, los abogados de Burford acusan a Argentina de utilizar “procedimientos descarados” para evitar el pago.
A pesar de las afirmaciones de Burford, el gobierno argentino confía en ganar la apelación y considera que los acreedores están en una “expedición de pesca” para “avergonzar al país”. Además, sostienen que no existen “activos sustanciales” en jurisdicción estadounidense que puedan ser embargados.
En su defensa, los abogados de Argentina niegan que las empresas mencionadas sean “alter egos” del Estado, y citan fallos previos en Estados Unidos que apoyan la separación operacional de estas entidades del gobierno argentino.
Entre los activos más vulnerables al embargo se encuentran los bonos corporativos de YPF, garantizados por exportaciones de petróleo. Si YPF fuera considerada “alter ego” del Estado, el valor de estos bonos se desplomaría, aunque los litigantes no pudieran apropiarse de ellos.
Expertos señalan que los activos de Aerolíneas Argentinas, Arsat y Banco Nación también podrían ser objetivos del fondo buitre. Aerolíneas Argentinas controla el 60% del mercado de vuelos locales y posee una flota de 84 aviones, la mayoría bajo arrendamiento, pero ha sido criticada por nombramientos políticos y una gestión ineficaz.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) también está bajo el escrutinio de Burford, que lo considera un “instrumento del Estado”. Sin embargo, expertos consultados indican que las reservas de los bancos centrales gozan de “fuerte inmunidad contra embargos” en la mayoría de las jurisdicciones, incluido Estados Unidos.
Por último, el artículo del Financial Times menciona que todas las empresas en la mira de Burford forman parte del plan de privatizaciones del gobierno de Javier Milei.