Donald Trump sigue en campaña (Foto: EFE)
En su primer acto electoral desde la salida del presidente Joe Biden, Donald Trump arremetió contra la vicepresidenta Kamala Harris, calificándola de “lunática radical de izquierda”. Durante su discurso en Charlotte, Carolina del Norte, el magnate neoyorquino acusó a Harris de querer “ejecutar bebés” por su apoyo al aborto y advirtió que su presidencia "destruiría" a Estados Unidos.
Trump señaló que Harris es “la fuerza impulsora ultraliberal detrás de cada una de las catástrofes de Biden” y criticó su postura en cuanto a la interrupción voluntaria del embarazo. "Ella es una lunática radical de izquierda que destruirá nuestro país", afirmó el expresidente y candidato republicano. Además, Trump dijo que Harris es “la fuerza impulsora ultraliberal detrás de cada una de las catástrofes de Biden”.
En su discurso, Trump acusó a la vicepresidenta de estar a favor de “ejecutar bebés” con su programa de gestión sobre el aborto. Harris, una defensora de la libertad reproductiva, había declarado recientemente en Wisconsin: “Los que creemos en la libertad reproductiva detendremos las prohibiciones extremas del aborto de Donald Trump, porque confiamos en que las mujeres tomen decisiones sobre sus propios cuerpos y no en que su gobierno les diga lo que tienen que hacer”.
Ataviado con su tradicional corbata roja, Trump continuó sus ataques, afirmando que Harris “quiere abortos en el octavo y noveno mes de embarazo, hasta el nacimiento e incluso después del nacimiento, ejecutar de bebés”. También acusó a los líderes del Partido Demócrata de estar detrás de la decisión de Biden de renunciar a su candidatura y apodó a Harris como “la mentirosa”, sugiriendo que encubre la “incapacidad mental” del presidente.
Trump concluyó su discurso destacando la nueva rivalidad en la carrera presidencial: "Ahora tenemos una nueva víctima a derrotar" y criticó la trayectoria de Harris, especialmente en política exterior e inmigración. "Si empezamos a ganarle por 10 o 15 puntos en las encuestas, ¿creen que nos van a mandar un tercer candidato?" preguntó a sus seguidores, muchos de los cuales llevaban camisetas conmemorativas del momento en que, tras el intento de asesinato del 13 de julio, Trump levantó el puño en señal de desafío, con la oreja sangrando.
En este acto en Charlotte, Trump dejó claro que su campaña está más viva que nunca y que la contienda electoral promete ser una de las más polémicas y reñidas de los últimos tiempos.
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