La oleaginosa, principal producto de exportación de Argentina, se cotiza en u$s379 en el Mercado de Chicago, lo que representa una caída de más del 2% y un descenso acumulado del 23% en lo que va del año.
"El principal producto de exportación de Argentina acumula un derrumbe del 23% en 2024," según cálculos de Salvador Vitelli, economista de Romano Group. Este desplome lleva los precios de la soja a niveles no vistos desde 2006, ajustados por inflación.
La disminución en los precios internacionales y la baja del dólar blend por debajo de los $1.300 desincentivan a los productores a vender su cosecha. "Esto provoca un menor ingreso de dólares y el incentivo de los productores a mantener los granos dentro de las silobolsas," usando créditos a baja tasa para financiarse a largo plazo y esperando una mejora en el panorama económico.
A pesar de una menor merma en el ritmo de liquidación en comparación con otros sectores exportadores, todavía queda mucha soja sin venderse. En las últimas semanas, la comercialización granaria se sostuvo principalmente gracias a la cosecha de maíz tardío, según fuentes del sector.
"En los silobosas aún quedan unas 24 millones de toneladas de soja y hay más de 7 millones de toneladas ya entregadas pero con precio pendiente de fijación," lo que significa que el campo todavía retiene alrededor de u$s13.000 millones. Este domingo, en la Rural, el candidato presidencial Javier Milei instó a los ruralistas a tener paciencia, sin anunciar cambios en las retenciones.
En el mercado internacional de granos, los pronósticos más secos para Estados Unidos impulsaron compras de maíz y soja, pero los productores norteamericanos y brasileños aún cuentan con grandes cantidades de grano físico y aprovecharon para vender, manteniendo los precios estables. "La soja que queda seguirá a resguardo esperando mejor relación insumo-producto," explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.