Javkin: "Que las ciudades estén incluidas en un sistema de coparticipación primaria para poner los recursos donde hace falta". (Alan Monzón / Rosario3)
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, encabezó este martes el acto oficial por el 9 de Julio en el parque Independencia, rodeado de funcionarios provinciales y municipales, legisladores y concejales. La referencia al recientemente firmado Pacto de Mayo fue ineludible, y lo hizo con tono de pedido por “un federalismo real”. Con todo, destacó que al fin el narcotráfico es entendido y atendido como un problema que no es exclusivo de la ciudad y destacó la “valentía” del gobernador Maximiliano Pullaro.
“Que el Pacto de Mayo sea también el consenso para construir una Argentina federal”, cerró Javkin este martes su discurso por el Día de la Independencia en bulevar Oroño y Lugones. El acto comenzó alrededor de las 9, cuando el frío se hacía sentir por debajo del cero.
“Es una base, pero hay que ponerla en práctica. Siempre reclamamos que la Argentina se ponga de acuerdo en algunas cosas, misión cumplida, pero ahora hay que ponerlo en marcha. Eso requiere mucho trabajo”, insistió el intendente sobre el Pacto de Mayo, al ser consultado por la prensa cuando ya el acto oficial había concluido y comenzaba el festejo popular en el parque Independencia.
La del intendente fue una alocución breve en la que advirtió que la gesta independentista no fue solo para romper con el yugo español, “sino también por un país donde cada provincia pudiera gobernarse con libertad y justicia (…) donde el poder y las decisiones respeten las particularidades de cada región (…) priorizando la autonomía de sus provincias”.
“Federalismo es independencia, es que las provincias puedan decidir por sí mismas, que las ciudades estén incluidas en un sistema de coparticipación primaria para poner los recursos donde hace falta, donde la gente más lo necesita. El interior tiene que romper las cadenas que aún las atan a la voluntad de los gobiernos centrales”, observó Javkin.
“Durante mucho tiempo, Rosario peleó en soledad, pidiendo a gritos que nos cuiden. Sabíamos dónde estaba el problema. Pero no podíamos solos. Hacía falta un gobernador valiente, la acción coordinada de las fuerzas provinciales y federales, inteligencia criminal para terminar con el home office del delito y luces azules en las calles para que nuestra gente pueda caminar tranquila. El Estado aplicando todo el peso de la ley para que Rosario vuelva a ser una ciudad de paz. Sabemos que por primera vez no vamos a estar solos. Y si hoy algo empieza a cambiar, es porque el país entendió de una vez por todas que el problema del narcotráfico no es de Rosario”, observó.