Nicolás Maduro recibió este martes el “apoyo incondicional” y la “absoluta lealtad” de las Fuerzas Armadas, un respaldo crucial para el gobierno chavista en un contexto de masivas movilizaciones y controversiales elecciones presidenciales. Este firme alineamiento del ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, busca despejar los rumores sobre posibles “grietas” entre los mandos medios y asegurar la estabilidad del régimen.
“Maduro es nuestro comandante en jefe, quien ha sido legítimamente reelecto por el poder popular y proclamado por el Poder Electoral para el periodo presidencial 2025-2031”, declaró Padrino López en un mensaje televisivo. El general, conocido como el “hombre fuerte” del chavismo, ejerce un control significativo sobre las fuerzas represivas del país, como la Guardia Nacional Bolivariana y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Las Fuerzas Armadas venezolanas, clave en la estructura de poder del chavismo, están marcadas por el lema “Chávez vive, la Patria sigue”, que resuena en cada batallón y refleja el control del régimen sobre los militares. Padrino López ha desempeñado un papel fundamental durante las recientes protestas opositoras, que alegan un fraude en las elecciones en las que Maduro venció a Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). El Consejo Nacional Electoral validó la victoria de Maduro, pero el rechazo de siete países latinoamericanos ha aumentado la presión internacional sobre su gobierno, que ha respondido con la ruptura de relaciones diplomáticas con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
En medio de este panorama, el gobierno chavista se esfuerza por mantener la cohesión interna frente a la represión de las protestas. La posibilidad de cualquier “grieta” en las Fuerzas Armadas sería vista como una señal de debilidad. La exprecandidata presidencial opositora Tamara Adrián indicó que, aunque el respaldo de la cúpula militar es firme, “ese respaldo no es unánime” y observó que el régimen está recurriendo más a los “colectivos”, grupos paramilitares prochavistas, para contener a la oposición.
Padrino López denunció una “asonada” y un “golpe de Estado” fraguado por factores de la derecha extremista y apoyado por el imperialismo norteamericano. “Vamos a derrotar ese golpe de Estado”, prometió. En su discurso, respaldado por la cúpula militar, el ministro rechazó “todas las acciones violentas promovidas por la extrema derecha venezolana” y aseguró que actuarán con “contundencia en perfecta unión cívico-militar-policial” para preservar el orden en el país, siempre dentro del marco de la Constitución y el respeto a los derechos humanos.
El analista político venezolano Jesús Seguías subrayó que, a pesar del respaldo visible de la cúpula militar, hay un “descontento muy grande” en el cuerpo castrense, evidenciado por el alto número de presos políticos militares y las denuncias de torturas y asesinatos. Investigaciones de la Corte Penal Internacional y de una misión de la ONU sobre crímenes de lesa humanidad han provocado tensiones dentro de los sectores castrenses, según la oposición.
Andrés Izarra, exideólogo de comunicación de Hugo Chávez, comentó que “la oficialidad es parte del madurismo” y sugirió que podrían existir “grietas a nivel de cuadros medios y bajos”. Izarra concluyó que los rebeldes de estos niveles han terminado encarcelados, reflejando la naturaleza clientelar del gobierno y la influencia de los altos mandos, quienes están “velando por sus grandes fortunas”.