El elenco de Russo jugó el mejor partido del año y fue contundente en cada llegada.
Agustín Módica marcó los dos primeros, el paraguayo Alan Rodríguez y Lautaro Giaccone los dos restantes. Una victoria que ilusiona mucho de cara al duelo revancha con Inter por Copa Sudamericana en Porto Alegre.
Alternativo pero cumplidor. Central le ganó a Sarmiento en la reanudación de la Liga Profesional. El equipo de Miguel Ángel Russo cumplió con el objetivo de la victoria y sumó de a tres en el torneo local. Un triunfo que tuvo como abanderado a Agustín Módica, quien volvió a demostrar que es un goleador de raza y que está dispuesto a dar pelea a los hoy titulares Copetti y Ruben.
El juvenil fue contundente y tuvo una gran noche en un equipo que no tuvo ningún problema en sortear al humilde equipo de Junín, el cual tendrá una ardua lucha para permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino.
Hasta el primer gol de Módica, la primera parte fue para dormirse. Las intenciones de Central siempre chocaban con malas determinaciones en los metros decisivos y todo se hizo muy poco atractivo. Encima, enfrente estuvo un Sarmiento timorato, especulador y que sin titubeos puso en marcha desde el comienzo un plan mezquino.
Con la obligación a cuesta, el 4-3-3 que utilizó Russo otra vez mostró fallas a la hora de la generación de fútbol. Pero llegó la jugada que despertó a todo Central cuando Ortíz mandó un buen centro al área que ganó Komar y asistió a Módica, quien no perdonó. El juvenil, que fue titular por los preservados Copetti y Ruben, no defraudó y volvió a convertir, mostrando que continúa en un camino sólido que lo cimenta a fuerza de goles.
Luego del tanto en contra, los de Junín se vieron obligados a cambiar el plan que habían diseñado, pero más allá de algunas aproximaciones, no pusieron en peligro la ventaja que había sacado el Canalla.
Y cuando todo parecía que el resultado no iba a cambiar antes del descanso, llegó la chambonada de Acosta que Módica no desaprovechó y el zapatazo del Coyote para liquidar de manera temprana las acciones en el Gigante.
En el inicio del complemento llegó la única falencia de los de Russo cuando Méndez le ganó a Komar para marcar el descuento. Más allá de eso, lo acontecido en la última etapa del juego estuvo de más ya que en el primer tiempo se supo quién iba a ganar el encuentro. Sirvió para que Fran Lo Celso le rinda un homenaje a su hermano Gio y le diera una linda asistencia a Giaccone para el cuarto tanto auriazul. También para que Sarmiento volviera a descontar a través de Joaquín Gho.
La historia ahora continuará el martes con otros protagonistas y con otras exigencias. Pero el hecho de haber vuelto a ganar como local y sumar el segundo triunfo en el torneo doméstico hace que la espera a Porto Alegre sea mucho más llevadera.
