Israel atacó una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, causando la muerte de al menos una treintena de personas. El Gobierno israelí afirmó que el lugar albergaba un complejo de Hamás y que el ataque eliminó a combatientes implicados en el ataque del 7 de octubre que inició el conflicto.
Ismail al-Zawabta, director de la oficina de medios de comunicación del Gobierno de Hamás, negó las afirmaciones israelíes de que la escuela en Nuseirat, en el centro de Gaza, ocultaba un puesto de mando de la organización palestina. “La ocupación recurre a mentir a la opinión pública mediante falsas historias inventadas para justificar el brutal crimen que llevó a cabo contra decenas de desplazados”, declaró al-Zawabta a Reuters.
El Ejército israelí sostuvo que tomó medidas para minimizar el riesgo de daños a civiles antes del ataque aéreo. Sin embargo, Juliette Touma, directora de comunicaciones de la UNRWA, informó que el número de muertos oscila entre 35 y 45, aunque aún no se puede confirmar la cifra exacta.
El portavoz militar israelí, el teniente coronel Peter Lerner, insistió en que había entre 20 y 30 combatientes en la escuela y que muchos murieron en el ataque, aunque no pudo precisar si hubo víctimas civiles.
El bombardeo se produjo en el marco de una nueva campaña militar israelí en el centro de Gaza contra un grupo de combatientes que emplean tácticas de ataque y huida. Israel ha dejado claro que los combates no cesarán durante las conversaciones de alto el fuego.
El líder de Hamás, Ismail Haniye, declaró que el grupo exigirá el fin permanente de la guerra en Gaza y la retirada israelí como parte de un plan de alto el fuego, rechazando la propuesta de tregua anunciada la semana pasada por el presidente estadounidense Joe Biden.
Desde una breve tregua en noviembre, todos los intentos de alto el fuego han fracasado. Hamás insiste en un final permanente del conflicto, mientras que Israel solo está dispuesto a discutir pausas temporales hasta que el grupo armado sea derrotado. El director de la CIA, William Burns, se reunió en Doha con altos cargos de los mediadores Qatar y Egipto para debatir la propuesta de alto el fuego.
La guerra comenzó después de que Hamás atacara territorio israelí el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y capturando a más de 250 rehenes. Desde entonces, el asalto militar israelí ha causado la muerte de más de 36.000 personas en Gaza, según las autoridades sanitarias del territorio.
El conflicto con Hezbolá, la milicia libanesa, amenaza con recrudecerse, mientras el Departamento de Estado estadounidense advierte sobre una guerra total. A pesar de las presiones internas y externas, Israel sigue adelante con su ofensiva, con miembros de extrema derecha del gobierno de Netanyahu comprometidos a dimitir si se acepta un acuerdo de paz que deje en pie a Hamás.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró que Israel continuará su ofensiva mientras se negocia la propuesta de alto el fuego, declarando que cualquier negociación con Hamás solo se llevará a cabo "bajo el fuego".
Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en Gaza, con las secciones armadas de Hamás y la Yihad Islámica luchando contra las fuerzas israelíes y disparando cohetes antitanque y proyectiles. En el Hospital de los Mártires de al-Aqsa, uno de los últimos hospitales en funcionamiento, dos niños y su madre se encontraban entre las víctimas mortales del miércoles. “Esto no es una guerra, es una destrucción que no se puede expresar con palabras”, lamentó su padre, Abu Mohamed Abu Saif.
(De Noticias Argentinas- Con información de Reuters)
