En un comunicado contundente, el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) ha advertido sobre la grave crisis que enfrenta el sector y ha instado a soluciones a mediano plazo para preservar la calidad de procedimientos esenciales como la colocación de stents y la realización de angioplastias, los cuales podrían dejar de realizarse en muchos casos.
Los especialistas en esta área médica señalan que esta problemática surge de la combinación de un aumento exponencial en el costo de equipos y suministros médicos, junto con una reducción constante de los honorarios profesionales, lo que ya ha comenzado a afectar la programación de intervenciones y la salud cardiovascular de los pacientes.
El doctor Rubén Kervorkian, destacado cardiólogo intervencionista, subrayó la urgencia de abordar esta situación, recordando que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Argentina, según datos oficiales del Ministerio de Salud.
El CACI agrupa a profesionales altamente especializados cuya labor depende de insumos y equipos de alta tecnología, cuyos precios cada vez son más inaccesibles. Esto ha llevado a algunos médicos a considerar emigrar en busca de mejores condiciones laborales.
La situación se agrava con los pagos tardíos a los médicos, la falta de financiamiento para la renovación de equipos por parte de las instituciones de salud y los obstáculos burocráticos de las obras sociales y prepagas. Estas condiciones podrían llevar a una escasez de especialistas y al cierre de centros de alta complejidad.
En el comunicado, el Colegio advierte que en el mediano plazo la actividad podría desaparecer por completo, lo que tendría un impacto devastador en la salud de la población en todo el país. La colocación temprana de stents es crucial para reducir la mortalidad por infarto de miocardio, mientras que las angioplastias realizadas en las primeras horas de un accidente cerebrovascular pueden disminuir la mortalidad y la discapacidad.
Los insumos necesarios para estas intervenciones no se producen localmente y los precios han aumentado de manera significativa, mientras que los honorarios de los médicos han disminuido considerablemente en comparación con otros países de la región. Esta disparidad afecta la calidad de la atención médica y podría llevar a una fuga de talentos hacia otros países.
El presidente del CACI, el doctor Juan José Fernández, ha destacado la urgencia de la situación, señalando que la atención de las urgencias cardíacas está en peligro debido a la falta de insumos básicos. El doctor Alejandro Palacios, expresidente de la entidad, lamentó que la medicina esté desatendida y responsabilizó al sistema de salud y a las autoridades por no garantizar un servicio de calidad para la población.
La falta de acción para abordar estos problemas podría tener consecuencias graves para la salud cardiovascular de la población argentina, y es necesario un compromiso urgente para encontrar soluciones a esta crisis en el sector de la cardiología intervencionista.