Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), ha instado al Gobierno a que reparta de manera urgente cinco millones de kilos de alimentos almacenados por el Ministerio de Capital Humano. Este llamado surge en medio de denuncias sobre la falta de distribución de estos alimentos, a pesar de la emergencia alimentaria que atraviesa el país.
Reflexiones y llamado a la acción
Durante su mensaje para la solemnidad de la Santísima Trinidad, Ojea citó al papa Francisco al señalar la "globalización de la indiferencia". Subrayó la necesidad de reflexionar sobre la existencia de estos depósitos de alimentos no distribuidos. Ojea recordó una vieja tradición cristiana, enfatizando la importancia de valorar y compartir los alimentos disponibles con aquellos que más lo necesitan. Enfatizó el derecho fundamental al alimento y la urgencia de atender a las necesidades de los más vulnerables.
Respuesta del Gobierno
El vocero presidencial, Manuel Adorni, reconoció la retención de los alimentos y aseguró que el Gobierno comenzará a distribuirlos. Explicó que los alimentos, adquiridos por la administración anterior, tienen diferentes fechas de vencimiento y no están próximos a expirar. Adorni justificó el almacenamiento debido a auditorías realizadas por el Ministerio de Capital Humano, las cuales revelaron irregularidades en algunos comedores, incluyendo la existencia de comedores inexistentes o con menor capacidad de atención.
Justificación del Ministerio de Capital Humano
Pablo de la Torre, Secretario de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano, explicó que los alimentos almacenados están destinados a emergencias y catástrofes, funcionando como un stock de reserva. Indicó que estos alimentos no perecederos se distribuyen según las necesidades reportadas por las provincias, y resaltó la importancia de tener un stock disponible para responder rápidamente ante emergencias.
Reacciones y expectativas
La intervención de la Iglesia refleja una creciente preocupación por la gestión de los recursos alimentarios en el contexto de una crisis económica y social. La expectativa es que el Gobierno actúe con prontitud para garantizar que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan, abordando así una necesidad básica y urgente en la población más vulnerable.
