El consumo de carne vacuna en el primer cuatrimestre de 2024 ha alcanzado su punto más bajo en 13 años, según un informe reciente publicado por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). La proyección para todo el año refleja una cifra alarmante: 42,6 kilos por habitante, lo que representa un 18,5% menos que en el mismo período de 2023. Si esta tendencia persiste, se registraría el nivel más bajo desde 1920, cuando el consumo fue de 46,9 kilos por habitante, marcando así una preocupante disminución en la producción y demanda locales, mientras que las exportaciones continúan en aumento.
Según el reporte de Ciccra, en los primeros cuatro meses del año el consumo equivalente de carne vacuna fue de 42,4 kilos por habitante/año, lo que significa un retroceso del 18,5% en comparación con el mismo período del año anterior, o una disminución de 9,6 kilos. Este dato representa el punto más bajo en los últimos 13 años, con el peor registro anterior proyectado para el año en el primer cuatrimestre de 2021, con 46,8 kilos.
El informe también destaca que, además de la pérdida de poder adquisitivo de la población, el consumo de carne vacuna ha ido perdiendo terreno frente al crecimiento de otras carnes. Mientras que el consumo de carne de pollo y cerdo ha aumentado, el de carne vacuna ha disminuido considerablemente.
Para comprender este comportamiento en el mercado interno, Ciccra evaluó variables como la producción y las exportaciones. La producción de carne vacuna en el primer cuatrimestre del año experimentó una disminución del 7,7% en comparación con el año anterior, lo que se tradujo en una reducción de 82.400 toneladas de oferta de carne vacuna.
En cuanto a las exportaciones, se registró un aumento del 22,1% en el primer cuatrimestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023. Esta combinación de menos producción y más exportaciones ha contribuido a una disminución del 17,5% en el consumo aparente de carne vacuna.
El presidente de Ciccra, Miguel Schiariti, señaló que el aumento en el precio relativo de la carne vacuna en comparación con otras carnes ha influido en la disminución del consumo. Además, factores como la baja en la faena, vinculada a la sequía pasada, también han contribuido a esta tendencia.
En resumen, el informe destaca una preocupante caída en el consumo de carne vacuna en el mercado interno, lo que plantea desafíos significativos para el sector en el futuro cercano.
