El Gobierno negocia con diversos sectores para evitar el fracaso del Pacto de Mayo

Los ministros del presidente saben que Javier Milei no admite bajo ninguna instancia que fracase el Pacto de Mayo. (Foto: REUTERS/Agustín Marcarian)

Los ministros del presidente están plenamente conscientes de la determinación de Javier Milei de no permitir, en ningún escenario, que el Pacto de Mayo no se concrete. 

La firma de este pacto, prevista para el 25 de este mes en Córdoba, busca la participación de la mayor cantidad posible de gobernadores.

Milei visualiza una destacada puesta en escena donde él sería el protagonista principal, acompañado por otros actores secundarios. Esta visión de liderazgo indiscutible no se discute en los pasillos de la Casa Rosada ni en la Quinta de Olivos.

Siguiendo el estilo estadounidense, Milei también contempla la posibilidad de un evento con expresidentes. Sin embargo, la incertidumbre rodea la confirmación de su presencia, ya que de los cinco expresidentes vivos, podría contar únicamente con la asistencia de dos, en el mejor de los casos, si logra convencer al residente de Lomas de Zamora.

Inicialmente, Milei había considerado trasladar el tradicional tedeum a Córdoba, pero la cúpula de la Iglesia optó por mantenerlo en la Catedral Metropolitana. En este lugar, el Presidente deberá escuchar la homilía del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Ignacio García Cuerva, quien ha expresado en varias ocasiones la preocupación de la Iglesia por las medidas de ajuste del Gobierno y su impacto en los jubilados y las familias trabajadoras argentinas.

Por otro lado, la fecha del 25 de mayo aún se percibe como lejana en el horizonte político. En este momento, el Gobierno enfrenta otras prioridades urgentes, como obtener el dictamen para la Ley Bases en el Senado, programado para el próximo jueves, y el tratamiento del paquete fiscal en el recinto el día 23.

Milei ha dirigido todos sus esfuerzos al Congreso. Su hermana , Karina Milei, ha desempeñado un papel destacado en el bloque de La Libertad Avanza, y la vicepresidenta Victoria Villarruel ha sido instalada en el Congreso desde que el proyecto obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados.

(Foto: NA/Télam)

El ministro del Interior, Guillermo Francos, ha sido el principal operador político del Presidente, trabajando con gobernadores, senadores de la oposición y líderes sindicales. Sin embargo, no está solo en esta tarea, ya que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, también trabajan en las sombras.

El Presidente solo cede ante los reclamos de lo que denomina "la casta" política argentina si así lo autoriza. Desde el fracaso de la Ley Ómnibus, ha adoptado un enfoque pragmático, concediendo más de lo esperado para mantener la estabilidad política.

Actualmente, el Gobierno se esfuerza por obtener la aprobación general de la ley, con la expectativa de que el proyecto regrese a Diputados con modificaciones antes del 25 de mayo. Aunque Francos confía en contar con los votos necesarios, tanto de gobernadores como de la oposición dialoguista, reconoce que hay aspectos del proyecto que generan controversia, como el Régimen Impositivo para las Grandes Inversiones y el impuesto a las ganancias.

El ministro del Interior, Guillermo Francos, y el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, compartieron en una charla de la Feria del Libro moderada por el periodista Gonzalo Aziz. (Foto: Captura TN).

En el ámbito político, el senador Martín Lousteau, titular de la UCR, genera cierta incomodidad en Milei debido a sus objeciones públicas a varios aspectos de la legislación propuesta.

En medio de este panorama, Cristina Kirchner vuelve a hablar en público cada vez que puede y presiona en privado para evitar que el peronismo y Kicillof se lleven puesto a su hijo Máximo y a La Cámpora en la provincia de Buenos Aires.

La exvicepresidenta apuntó contra el Gobierno pero también contra los gobernadores que lo acompañan. (Foto: NA)

Pero también piensa en la conducción nacional del Justicialismo, donde habrá una fuerte pelea por ocupar el lugar que dejó vacante Alberto Fernández, convertido hoy en un libre pensador y crítico del gobierno nacional, como si su administración hubiese sido la panacea para la Argentina.

Está claro que Cristina también apuesta al fracaso del gobierno de Milei y por eso hace foco en el Congreso. Ella también olvida la herencia que dejó en el país y que muchas cosas de las que ocurren son producto de su segundo gobierno, además del que compartió con Fernández.

Mientras tanto, el plan de la Casa Rosada de achique del Estado y empresas públicas, con corte de obras y reducción de personal, puede tener un costo muy alto.

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En el caso del choque en el ferrocarril San Martín, parece haber de todo un poco. Falta de inversión y desidia desde hace años, robo de cables y una política libertaria para privatizar esa y otras líneas, cortando toda inversión y reduciendo la planta de trabajadores.

Nadie puede tirar la primera piedra. Pero todos deben agradecer que no hubo muertos. La tragedia del Sarmiento, en pleno gobierno de Cristina Kirchner, todavía está muy fresca en la mente de los argentinos. Murieron 52 personas y no queda ningún responsable preso. Están en libertad condicional o en prisión domiciliaria.

No todo es cuestión de números en la Argentina y que cierren las cuentas, después de tanta corrupción, sin importar los costos. Es un país en el que habitan seres humanos.

Por Edgardo Alfano