El gobierno nacional ha informado que dejará de subsidiar las tarifas de luz para comercios, industrias y pymes, restringiendo la asistencia estatal exclusivamente a los sectores vulnerables. Esta medida fue anunciada durante la última audiencia pública del Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía.
Salvador Gil, funcionario del Ministerio de Economía, explicó que "el nuevo esquema no contempla subsidios a las actividades productivas", argumentando que "no sería compatible subsidiar la energía y mantener precios liberados". Se estima que al menos 100 mil empresas se verán afectadas por esta decisión.
En relación al funcionamiento de la Canasta Básica Energética (CBE), se señaló que solo se subsidiarán las necesidades humanas básicas y cuando sea necesario. El nuevo esquema subsidiará directamente a la demanda a través de transferencias bancarias o descuentos en las facturas.
Martín Vauthier, asesor en Economía, indicó que "en un contexto de recursos escasos, se eliminan subsidios a la demanda no residencial", ya que no se puede asegurar que los beneficiarios reales sean los sectores de menores ingresos.
Este cambio en la política energética tendrá un fuerte impacto en el sector comercial y de las pymes, como lo refleja un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET. Los aumentos recientes de las tarifas afectaron principalmente a estos sectores.
En respuesta al impacto, el Gobierno planea lanzar un programa de eficiencia energética, financiado por el Banco Mundial, para otorgar créditos a comercios y pymes. El objetivo es que puedan actualizar sus equipos eléctricos y lograr mayor eficiencia y ahorro energético.
