Este viernes, Casa Rosada se convierte en el epicentro de la política nacional con la reunión anticipada por el presidente Javier Milei con los gobernadores de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, la escalada de violencia en Rosario, con el reciente asesinato de dos taxistas y el ataque a un chofer de colectivo, ha marcado la ausencia del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, quien prioriza quedarse en su ciudad para abordar la crisis de seguridad.
En medio de esta situación crítica, la vicegobernadora Gisela Scaglia se perfilaba para representar a la provincia en la reunión, aunque su asistencia aún no estaba confirmada. Esta decisión de Pullaro se da en un contexto en el que el presidente Milei había convocado a los gobernadores para avanzar en los diez puntos planteados durante la apertura de sesiones ordinarias, y que se espera sean firmados el próximo 25 de mayo en Córdoba.
La convocatoria del gobierno nacional a esta reunión tiene como objetivo principal iniciar el camino hacia lo que se ha denominado el "Pacto de Mayo", propuesto por Milei en su discurso ante el Congreso. Este pacto se vincula directamente con la aprobación de proyectos clave para el oficialismo, como el mega proyecto de ley Bases y el súper DNU, cuyo tratamiento parlamentario sigue siendo motivo de disputa.
La ausencia de Pullaro en este encuentro se produce en medio de tensiones crecientes entre los mandatarios provinciales y el gobierno nacional, con acusaciones de amenazas de ahogo financiero a aquellos que no acompañen las políticas del ejecutivo central.
A pesar de esta atmósfera tensa, tanto desde Santa Fe como desde la Casa Rosada, se expresan expectativas sobre los resultados de esta reunión, que buscará abordar temas cruciales para el futuro político y económico del país.
