La reciente decisión del gobierno nacional de eliminar los subsidios al transporte público ha provocado un terremoto político y económico en Rosario. Las repercusiones de esta medida se hacen sentir en todos los niveles de la sociedad, desde los funcionarios hasta los usuarios comunes.
El comunicado del Ministerio de Economía confirmando la eliminación del Fondo Compensador que subsidiaba a los colectivos del interior ha dejado a la ciudad con un futuro incierto en cuanto al costo del boleto. Según estimaciones, el precio del pasaje podría alcanzar los mil pesos, un aumento significativo que afectaría gravemente el bolsillo de los ciudadanos.
La concejala oficialista María Eugenia Schmuck expresó su preocupación ante esta situación, señalando que el Municipio y la Provincia están trabajando en alternativas para evitar que el precio del boleto se vuelva impagable. Schmuck reconoció la necesidad de reformar el sistema de subsidios, pero enfatizó la importancia del diálogo y el consenso en este proceso.
Por otro lado, la secretaria de Transporte Provincial, Renata Ghilotti, aseguró que la Provincia mantendrá su subsidio al boleto y garantizó la continuidad del boleto estudiantil. Sin embargo, advirtió que no pueden hacerse cargo de lo que no aporta Nación, lo que sugiere que el costo del transporte podría recaer más pesadamente en los usuarios.
La presidenta de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Clara García, criticó la decisión del gobierno nacional y la calificó como "intempestiva" y "inconsulta". García destacó el impacto directo en el bolsillo de la gente y llamó al diálogo y al consenso como vías para resolver esta crisis.
En medio de esta incertidumbre, queda claro que se necesitan acciones concretas y cooperación entre los diferentes niveles de gobierno para encontrar soluciones viables que no afecten negativamente a los ciudadanos. La búsqueda de alternativas y el diálogo abierto son fundamentales en este momento de crisis. Los próximos pasos de las autoridades serán cruciales para mitigar los efectos de esta drástica medida en la vida diaria de los rosarinos.
