La Ley Ómnibus propuesta por el gobierno de Javier Milei logró una victoria parcial en Diputados, generando optimismo en el oficialismo, pero aún enfrenta desafíos significativos antes de su aprobación final.
Aunque las imágenes post-aprobación mostraron celebraciones, las luces de alerta persisten, especialmente en lo que respecta a las complejas negociaciones con las provincias.
A pesar de la aprobación en general, la ardua negociación sobre la coparticipación del Impuesto País con los gobernadores y bloques dialoguistas sigue sin resolverse. El gobierno advierte que sin acuerdos, no habrá fondos, creando un escenario tenso que continuará hasta la votación artículo por artículo, programada para el martes.
La semana de debates reveló las dificultades del Ejecutivo para negociar y la inexperiencia del bloque de La Libertad Avanza (LLA) en el Congreso. La falta de autoridad para decidir sin la aprobación de Javier o Karina Milei prolonga las discusiones y complica los posibles consensos.
La intervención clave del ministro del Interior, Guillermo Francos, antes de la votación, evitó un colapso en las negociaciones. La Oficina del Presidente emitió un comunicado amenazante antes de su intervención, señalando que quienes no respaldaran la ley serían "juzgados" por el pueblo. Sin embargo, tras la aprobación, el tono cambió a celebración y agradecimientos a los aliados.
Las críticas a la impericia legislativa se hicieron evidentes cuando el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, cuestionó la falta de destreza y conocimiento de los colegas. La falta de experiencia y la dependencia de la aprobación de los Milei fueron identificadas como obstáculos en las negociaciones.
En la próxima etapa de la discusión, la atención se centra en los quince votos clave necesarios para avanzar en la Cámara baja. Aunque el gobierno logró 144 votos a favor en general, las diferencias podrían surgir en puntos específicos de la ley. La coparticipación del Impuesto País continúa siendo un punto de tensión que podría afectar la aprobación final.
El gobierno, a pesar de la confianza inicial, reconoce que la verdadera batalla se librará en la votación artículo por artículo. La incertidumbre sobre la aceptación de la ley persistirá hasta el martes, cuando se reanuden las sesiones y se enfrenten los desafíos pendientes.
