Es tiempo de viajar, Hoy Polonia Auschwitz-Birkenau

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Nuestro viaje continúa por Polonia, pero ahora dejamos Cracovia para recorrer uno de los lugares más oscuros y tenebrosos que conoció la humanidad: los Campos de Concentración de Auschwitz-Birkenau. ¿Por qué visitamos ese lugar? Para aprender

 


Rudolf Hess, fue comandante del Campo de Auschwitz-Birkenau, y en su autobiografía relató, que en el verano de 1941 Himmler le comunicó que el Führer había ordenado implementar ”La Solución Final al Problema Judío” y los hombres de las SS serían los encargados de ejecutar esa orden. Los sitios ubicados al este, serían inadecuados para una acción de largo plazo y por eso eligió Auschwitz para ese propósito. 

Localizado a 70 kilómetros de Cracovia, fue construido tras la invasión de Polonia por los alemanes, como el principal centro de exterminio de la historia. Éste complejo de campos de concentración de Auschwitz fue el mayor de los establecidos durante el régimen nazi.

Auschwitz, es posiblemente el más famoso de todos los campos de exterminio nazis. Está situado en una antigua base militar a las afueras de Oswiecim, sur de Polonia, donde se desalojó por la fuerza a los residentes. Originalmente se concibió como centro de detención para ciudadanos polacos arrestados después que Alemania la anexionara en 1939. Encarcelaron a profesores, funcionarios, artistas, sacerdotes, intelectuales, políticos y miembros de la resistencia.

Cuando la Solución Final de Hitler se hizo oficial, se construyeron campos de exterminio y Auschwitz se convirtió en centro de destrucción masiva, donde además empleaban mano de obra esclava.

Por eso, nuestro día empezó en los campos de concentración de Auschwitz- Birkenau y tal vez lo que más impacta es un cartel en el portón de ingreso con el lema Arbeit Macht Frei (El Trabajo Libera) con que las fuerzas de las SS recibían a los deportados desde que el campo abrió el 20 de mayo de 1940 hasta que fue liberado por los soviéticos el 27 de enero de 1945. Esta frase hacía pensar a los recién llegados en que si trabajaban mucho, encontrarían la libertad.


Por esos campos pasaron más de 1.300.000 personas y murieron más de 1.100.000, la mayoría de esas personas eran judías, pero también había prostitutas, homosexuales, prisioneros de guerra rusos, gitanos y miles de personas de otras nacionalidades y al principio se inyectaba el monóxido de carbono que emitían los camiones para asesinar a los prisioneros, pero luego se crearon cuatro cámaras de gas y comenzó a usarse Zyklon B como agente de exterminio, arrojado a través de un orificio situado en el techo de la cámara, que se convertían en gas al contacto con el aire. Luego del envenamiento de las víctimas, los miembros del Sonderkommando (prisioneros judíos obligados a trabajar en los crematorios) abrían las puertas, arrancaban los dientes de oro y cortaban el cabello de las mujeres, luego los cadáveres eran cremados en los hornos, molían los huesos y desparramaban las cenizas en las zonas aledañas.

A los campos, cada día llegaban vagones de trenes repletos de prisioneros y en ese lugar eran separados y seleccionados por el personal de las SS que enviaban a los que parecían estar en buena forma a trabajos forzados y el resto directamente a las cámaras de gas, que estaban disfrazadas como duchas para engañar a las víctimas.

El proceso de selección y exterminio estaba planificado y organizado eficientemente. Cuando el tren se detenía en el andén, las personas descendían y eran obligadas a formarse en dos hileras, una de varones y otra de mujeres, para que los médicos de la SS pudieran realizar una selección. Ésta se hacía de acuerdo al aspecto exterior del individuo, de forma que su suerte se decidía de forma arbitraria y casual. Antes de su ingreso a las cámaras de gas, los elegidos a ser gaseados debían despojarse de sus ropas. El pretexto era que irían a pasar por un proceso de desinfección. Sus pertenencias eran apiñadas en un costado para ser luego enviadas a unas barracas. Esas pertenencias de los deportados se confiscaban y se clasificaban en un almacén llamado Kanada para ser enviadas a Alemania y las piezas de oro se enviaban al Banco Central de Alemania, aunque muchas de ellas eran retenidas por los jefes de los centros de detención. Muchos de ellos se hicieron millonarios con estas labores.

A los que sobrevivían a la primera selección se les daba un número de prisionero, que tatuaban en el brazo izquierdo. Les asignaba un barracón y un grupo de trabajo, los obligaban a raparse la cabeza, los desnudaba, se duchaban y les daban uniforme a rayas.

Actualmente es posible visitar dos campos: Auschwitz I, el campo de concentración original y Auschwitz II (Birkenau), construido luego como campo de exterminio.


Auschwitz I

Fue construido en 1940 para albergar prisioneros políticos polacos que no cabían en las cárceles y fue el campo de concentración original y centro administrativo del complejo. Tiempo después llegarían miembros de la resistencia, intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.

La mayoría de los que llegaban eran engañados por los nazis, que les vendían parcelas y casas y les ofrecían puestos de trabajo para que llevaran consigo sus más valiosos bienes. Tras un largo viaje en tren que los dejaba exhaustos llegaban al campo, donde si no eran considerados aptos para trabajar eran asesinados y si lo eran, trabajaban casi hasta su muerte.

Las SS seleccionaban prisioneros, a los que llamaban Kapos, para supervisar al resto. Todos debían realizaban trabajos y el domingo se reservaba para limpieza y duchas. Las duras condiciones, unidas a la desnutrición y poca higiene, hacían que la tasa de mortalidad fuera muy alta.

Además de barracones donde se hacinaban prisioneros, el campo estaba dividido en bloques. Además de la administración de las SS. Tenía una cámara de gas, un crematorio y el barracón 10, donde los médicos de realizaban experimentos pseudomédicos.

El peor de todos era el Bloque 11. Una prisión dentro de la prisión. Fue conocido como "Bloque de la Muerte" y allí se aplicaban duros castigos. Algunos consistían en encierros en celdas pequeñas que los prisioneros debían permanecer desnudos y de pie por días. Existían celdas de un metro cuadrado, las cuales eran ocupadas por cinco por hasta prisioneros a la vez. A muchos se los dejaba morir de hambre o eran ejecutados.

 

Auschwitz II – Birkenau

Es el segundo campo y el de mayor tamaño que se construyó en 1941 en la localidad de Birkenau (a 3 kms del campo principal) como parte del plan nazi de aniquilar a toda la población judía.

El campo tenía 175 hectáreas de extensión y estaba dividido en 10 secciones rodeadas por alambres de púas y rejas electrificadas. Fue el mayor campo de exterminio adonde llegaban transportes de prisioneros de todas partes de Europa. Este no fue un campo de trabajo forzado como los demás, fue un campo de exterminio donde se crearon cinco cámaras de gas y hornos crematorios, cada uno de ellos con capacidad para 2.500 prisioneros. En el campo aún se conservan algunos barracones originales, enormes letrinas, restos de los hornos crematorios y las cámaras de gas que los nazis trataron de destruir antes de huir.


En un primer momento no se llevaba mujeres al campo, pero en 1942 comenzaron a trasladarlas a Auschwitz II, donde eran asesinadas o utilizadas en crueles experimentos de esterilización que tenían lugar en el campo principal. Su objetivo no era mantener prisioneros para trabajar (como Auschwitz I y III), sino su exterminio.

Cuando un prisionero superaba la selección inicial, pasaba un período de cuarentena y se le asignaba una tarea o se le enviaba a campos de trabajo anexos.

Los seleccionados para el exterminio eran trasladados a las cámaras de gas y crematorio.

Dos de los crematorios (Krema II y Krema III) tenían instalaciones subterráneas, una sala para desvestirse y una cámara de gas con capacidad para miles de personas. Para evitar el pánico, se les decía a las víctimas que allí se ducharían y recibirían un tratamiento de desinfección.

La cámara de gas tenía tuberías de duchas, aunque nunca fueron conectadas al servicio de agua. Se les ordenaba a las víctimas que se desnudaran y dejaran sus pertenencias en el vestidor, donde las podrían recuperar, para ello debían recordar el número de la ubicación.

Sellada la entrada, se descargaba el Zyklon B por las aperturas del techo. Las cámaras de gas de los crematorios IV y V tenían instalaciones en la superficie y el químico se introducía por ventanas especiales, luego esperaban 25 minutos, se observaba por una mirilla la ausencia de actividad, se procedía a evacuar y ventilar el recinto y se retiraban los cuerpos para una revisión final donde se les extraían anillos, pendientes, dientes de oro u otros objetos y se revisaban los orificios corporales en busca de joyas. Una vez revisados, los cuerpos eran llevados por prisioneros seleccionados a una sala de hornos o crematorios.

Una chimenea expulsaba gases y olores. Las cámaras de gas fueron destruidas por las SS el 24 de noviembre de 1944 en un intento por esconder las actividades del campo a las tropas soviéticas.

 

Auschwitz III – Monowitz

El mayor de los subcampos de Auschwitz III - Monowitz comenzó a funcionar en 1942. Fue creado como campo de barracas para trabajadores esclavos que trabajaban en la IG Farben y otras fábricas relacionadas con la industria alemana, sobre todo en las áreas militares, metalúrgicas y mineras. En éste campo se producían combustibles líquidos y goma sintética, donde los trabajadores no llevaban ningún tipo de protección. De vez en cuando se hacían revisiones sanitarias por parte del personal médico, con el fin de enviar enfermos y débiles a las cámaras de gas de Birkenau.

Llegó a ser considerado el cuartel general de los subcampos industriales. A pesar que las condiciones eran mejores que en Birkenau, el trabajo era tan que se cobró la vida de unos 1.700 prisioneros que fueron asesinados allí o murieron en el hospital. Mientras otros 11.000 fueron enviados a Auschwitz y Birkenau, para ser asesinados. El campo de Monowitz no está abierto a los visitantes.

Birkenau se mantiene el mismo aspecto que tenía después de la liberación rusa de 1945, cuando los alemanes comenzaron a destruir pruebas de los horrores que tuvieron lugar en esos campos de concentración, cuando la derrota de la Alemania nazi por las fuerzas aliadas parecía segura. El ejército soviético entró en el campo de Auschwitz el 27 de enero y encontró a unos 7.000 detenidos enfermos o demacrados, cadáveres apilados, trozos de ropa, zapatos y toneladas de pelo humano que habían sido afeitados a los detenidos antes de su liquidación.

Birkenau no es un sitio divertido para visitar, pero es uno de esos lugares imprescindibles para conocer una de las partes más trágicas e importantes de la historia del siglo XX. Si tenés oportunidad de visitarlo, te recomiendo estar preparado mentalmente para ver e imaginarte el horror de lo sucedido en éstas instalaciones que se conservan en buen estado y se permite visitar esos antiguos barracones, las cámaras de gas, los hornos crematorios y una parte de la inmensa colección de los objetos que fueron robados a los prisioneros antes de asesinarlos.

En Auschwitz se conservan objetos relacionados con la historia del campo, como registros originales del campo alemán, documentos obtenidos de otras instituciones en Polonia, material de origen de la posguerra que abarcan memorias, relatos de antiguos prisioneros, material de los juicios de guerra nazis, fotografías, microfilmes, negativos, películas documentales, estudios académicos, reseñas, conferencias, escenarios de exposiciones y guiones de películas.


El museo alberga miles de objetos que pertenecieron a los prisioneros e incluso a las SS, lo que te permite tener una visión única de la vida durante el Holocausto.

Los objetos que acá se muestran tienen significados únicos: miles de pares de zapatos, 3.800 maletas, 2100 de las cuales conservan los nombres de sus propietarios, más de 12.000 utensilios de cocina, toneladas de fuente y jarras metálicas de uso diario, 470 prótesis, miles de gafas, navajas de afeitar, peines y todo tipo de elemento personal, 397 prendas de vestir a rayas del campo, unas 4.100 obras de arte. Pero creo que lo que más llama la atención son las toneladas de pelo que les cortaban a los prisioneros y se vendía para productos como sogas, alfombras, colchones y telas. Al término de la guerra, se encontró más de 2 toneladas de pelo humano.

Todo esto fue parte de “La Solución Final”, como llamaban los nazis al exterminio de las razas inferiores.

El Consejo Internacional del Museo de Auschwitz fue fundado por supervivientes del campo de concentración en 1952, con el objetivo de informar al mundo sobre lo que ocurrió acá, proteger los intereses de los supervivientes y fomentar y apoyar las interacciones entre las comisiones regionales de Auschwitz. En 1990, el Ministro de Cultura y Arte emitió una orden por la que se creaba el Consejo Internacional del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau.

Los cargos de los miembros del Consejo fueron ocupados por expertos del Holocausto de renombre mundial.

 


Después de la guerra, los rusos detuvieron al personal del campo de concentración y estos fueron juzgados en distintos juicios por crímenes contra la humanidad, como el de Núremberg o Bergen-Belsen. Varios líderes fueron condenados a la horca o a cumplir largas condenas en la cárcel, pero de unos 6500 miembros de las SS que sirvieron en Auschwitz, solo 750 recibieron condenas, la mayoría por parte de tribunales polacos, que llevaron a juicio a 673 de 789 miembros del personal del campo. En 1963 se realizó otro juicio se realizó un nuevo juicio donde hubieron 17 condenados y a 6 de ellos se les dictó cadena perpetua. A finales de los '70 se realizó un tercer y breve juicio, contra dos guardias de la SS responsables de la muerte de prisioneros en un campo satélite.

Pero a pesar de todas las pruebas, desde el final de la guerra, hubieron muchos intentos por negar que éste horror hubiera ocurrido

En el lugar se instaló una placa que desde el fin de la guerra señalaba Auschwitz como “Lugar de martirio de cuatro millones de víctimas asesinadas en el genocidio Nazi”, pero fue eliminada al caer el sistema comunista y sustituida en 1992 por otra que cambia esa cifra de víctimas en alrededor de un millón y medio de hombres, mujeres y niños, en su mayoría de ascendencia judías de distintos países de Europa.

Hubo miles de personas cautivas en los campos y algunos de ellos fueron conocidos por el mundo. Te cuento sobre alguno de ellos:

-          Jósef Cyrankiewicz: Sobrevivió al holocausto y fue presidente en tres períodos de la República Popular de Polonia.

-          Ana Frank: Fue internada en Auschwitz-Birkenau entre septiembre y octubre de 1944, luego fue trasladada Bergen – Belsen, donde murió de tifus al igual que su hermana, Margot, un par de meses antes de la liberación de los campos. Su padre, Otto Frank, sobrevivió y en 1947 publicó el diario de su hija, que se conoce hoy.

-          Elie Wiesel: Fue un escritor que sobrevivió a Auschwitz III Monowitz y escribió sobre sus experiencias. Fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986.

-          Imre Kertész: Fue un escritor húngaro, premio Nobel de Literatura en 2002. Fue deportado en 1944 a Auschwitz y a Buchenwald con sólo 15 años. Su novela Sin Destino se localiza en el campo de concentración.

-       Olga Lengyel: Doctora rumana. Estuvo internada en el campo de mujeres de Auschwitz-Birkenau y colaboró con la resistencia, donde se destruyó uno de los hornos crematorios del campo. Escribió el libro Los Hornos de Hitler.

-       Gisella Perl: Médica húngara. Tuvo un gran problema ético. Ayudó a abortar más de 1000 bebés para que las madres no fueran asesinadas y los nazis no experimentaran con sus hijos. Trabajó en la enfermería de mujeres húngaras del campo y sus memorias Fui Doctor en Auschwitz (I Was Doctor in Auschwitz), fueron llevadas al cine en 2003 bajo el título Fuera de las Cenizas (Out of the Ashes). La Dra. Perl testificó contra Irma Grese, una de las supervisora más despiadadas de su sección, célebre por la brutalidad con la que trataba a las prisioneras y por sus conductas sexuales perversas.

-  Sara Rus: Fue una activista judía polaca que sobrevivió a Auschwitz junto a su madre a quien rescató de la selección nazi para los hornos, siendo una joven. Con el tiempo, se mudó a Argentina, formó familia y uno de sus hijos fue uno de los cientos de desaparecidos de la dictadura militar. Sara se convirtió en Madre de Plaza de Mayo.

-  Maximilian Kolbe: Fue un cura franciscano. Él y otros frailes dieron refugio a gente Polonia, incluyendo 2.000 judíos que escondió de la persecución alemana. En febrero de 1941 fue arrestado por la Gestapo y transferido a Auschwitz. Al continuar actuando como sacerdote, fue objeto de violencia. En julio de ese año, un prisionero escapó y cómo represalia se condenaría a morir de hambre en un búnker a 10 prisioneros. Un día alguien escapó y los nazis anunciaron que serían ajusticiados. Uno de los elegidos dijo a los oficiales que había perdido a su mujer y si él moría, sus hijos quedarían huérfanos. Kolbe, afectado por tuberculosis, escuchó el reclamo, dio un paso adelante y dijo al oficial: “No tengo a nadie. Soy un sacerdote católico, me ofrezco en lugar de él”.

Los diez prisioneros fueron llevados al Bloque 11, donde la serenidad de Kolbe impresionó a los SS. Juntos rezaba el rosario y cantaban salmos, guiados por Kolbe. Después de estar privados de agua y comida por dos semanas, él y los demás seguían vivos. Como los guardias debían vaciar los bunker, los mataron con una inyección de Fenol. Los cuerpos fueron incinerados al día siguiente.


Nosotros visitamos esas pequeñas celdas y también una celda contigua donde existe una placa que recuerda a Kolbe. El sitio fue visitados es visitado por muchas personas, incluso los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, quien estuvo orando en los distintos sitios donde eran asesinados los prisioneros.

 


La semana pasada te recomendé la película El Pianista para ver algo de Varsovia, o por lo menos cómo era la ciudad antes de la guerra y cómo quedó al final.

Para ésta semana te dejo dos películas para que veas.

- La lista de Schindler: la obra maestra de Steven Spielberg, que en 1993 ganó siete premios Óscar, entre ellos, el de la mejor película. Ambientada en la Cracovia nazi, cuenta la historia de Óskar Schindler, un empresario alemán y miembro de Partido Nazi que decide salvar a sus empleados judíos que corren el peligro de exterminio.

 

-          El niño con el pijama de rayas, de Mark Herman, del año 2008. Narra la realidad de la guerra desde la perspectiva de un niño alemán, cuyo padre es comandante Nazi asignado para un puesto en el campo de concentración de Auschwitz.


¿Qué porque fuimos a Auschwitz? ¿Seguirás preguntándote?

La respuesta seguirá siendo la misma: Para aprender lo que nos pasó como humanidad y no volver a repetir la historia.

Nos veremos la próxima semana con una nueva entrega sobre Polonia.


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