En una jornada de negociaciones marcada por tensiones y discrepancias, el Gobierno nacional anunció un aumento salarial del 12% para los trabajadores estatales nacionales, una medida que ha generado divisiones dentro del sector sindical.
La negociación paritaria se realizó este lunes a la tarde en la Secretaría de Trabajo. (ATE)
Mientras la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) aceptó la propuesta, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) la rechazó de manera contundente.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, expresó la postura del sindicato al afirmar que no pueden avalar un ajuste que consideran como una licuación de los salarios. Para Aguiar, esta decisión del Gobierno de llevar adelante un aumento por debajo de la inflación mensual es motivo suficiente para iniciar medidas de protesta, ratificando la jornada nacional de lucha para la próxima semana.
“Con esta decisión de licuar los salarios, es el Gobierno el que nos está empujando al conflicto. Ratificamos la Jornada Nacional de Lucha de la próxima semana”, apuntó Rodolfo Aguiar.https://t.co/O4vITNjO7N
— Prensa ATE Nacional (@ateprensa) February 19, 2024
El rechazo de ATE se fundamenta en la consideración de que el aumento del 12% resulta insuficiente frente al índice de inflación del último mes, que alcanzó el 20,6%. Esta disparidad entre el incremento salarial propuesto y la realidad económica genera preocupación en el sindicato, que ve amenazado el poder adquisitivo de los trabajadores estatales.
La negociación paritaria, que tuvo lugar en la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, contó con la presencia de representantes de ATE, UPCN y del Gobierno nacional. Se acordó que el aumento se liquidará junto con los haberes de febrero, a principios de marzo, lo cual no logró aplacar las tensiones entre las partes involucradas.
Este nuevo episodio de tensiones laborales se suma a un contexto previo en el cual, para el mes de enero, ya se había acordado un aumento salarial del 16%, también por debajo del índice de inflación del mes anterior, que fue del 25,5%. Esta discrepancia entre los aumentos salariales y la inflación persistente evidencia los desafíos que enfrentan los trabajadores estatales en un contexto económico incierto.