El Ejército de Colombia denunció en las últimas horas una nueva violación del alto el fuego después de que el frente Jaime Martínez, un grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hiriese a un militar y a un civil en la región de Cauca.
“En un nuevo hecho que viola el cese al fuego bilateral, tropas del Comando Específico del Cauca fueron atacadas por integrantes del GAOR (Grupos Armados Organizados Residuales) Jaime Martínez en zona rural de Buenos Aires, Colombia. En este hecho resultó herido uno de nuestros soldados profesionales”, informó la Tercera División del Ejército Nacional en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
#ComunicaciónOficial | En un nuevo hecho que viola el cese al fuego bilateral, tropas del Comando Específico del #Cauca fueron atacadas por integrantes del GAOr Jaime Martínez en zona rural de Buenos Aires.
En este hecho resultó herido uno de nuestros soldados profesionales.🧵 pic.twitter.com/17m2v2ROmV
— Tercera División del Ejército Nacional (@Ejercito_Div3) February 16, 2024
Más tarde, “la comunidad alertó a las tropas sobre la afectación a una civil, quien resultó herida tras este ataque indiscriminado”, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Agregaron que harán la denuncia por la violación del alto el fuego y de los derechos humanos ante el Mecanismo de Monitoreo y Verificación.
Esta no es la primera violación del alto el fuego desde que se retomó el proceso de negociación entre el Gobierno y los grupos armados disidentes.
Hace unos días, el Ejército denunció el “asesinato” de un militar por parte de la estructura ‘Franco Benavides’ de las disidencias de las FARC en la región de Nariño.
Sin embargo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) alertó esta semana que un grupo de paramilitares está colaborando con las Fuerzas Armadas colombianas en la región de Chocó para continuar con su “guerra contrainsurgente” y doblegarlos, lo que supondría una violación del alto el fuego.
Todos estos hechos ponen en peligro las negociaciones de paz del Gobierno colombiano tanto con el ELN como con disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, guerrillas con las que se encuentra en diferentes fases de conversaciones, y en las que ambos han prometido el cese de los secuestros.
Los diálogos con el ELN han llevado al alivio humanitario de las regiones y comunidades más afectadas.
Gustavo Petro, el primer dirigente de izquierda en alcanzar el poder en el país, apuesta por una salida final dialogada a seis décadas de conflicto armado, luego del histórico acuerdo de paz de 2016 que desarmó el grueso de las FARC.
Inspirado en la revolución cubana y la Teología de la Liberación, el ELN lleva casi 60 años en levantamiento armado y ha sostenido negociaciones de paz con cinco gobiernos diferentes, sin llegar nunca a un acuerdo definitivo. Según cifras oficiales, cuenta con más de 5.000 miembros activos.
Colombia vive un conflicto armado impulsado por el narcotráfico que en más de medio siglo ha dejado 9,5 millones de víctimas.
