Después de cinco días del devastador terremoto de magnitud 7,5 que golpeó el centro de Japón el día de Año Nuevo, el número de víctimas fatales ha ascendido a al menos 126, según las autoridades japonesas. Las labores de rescate continúan mientras los rescatistas buscan entre los escombros en busca de personas desaparecidas.
Se estima que el balance de muertos seguirá aumentando, ya que más de 200 personas siguen desaparecidas. El mal tiempo, incluida la caída de nieve pronosticada para el domingo, y los daños en las rutas han obstaculizado el trabajo de los socorristas.
A pesar de las condiciones adversas, se han registrado algunos rescates milagrosos. Dos ancianas fueron rescatadas con vida entre las ruinas de sus casas el jueves. Sin embargo, la situación sigue siendo desafiante, especialmente en áreas donde las viviendas quedaron en ruinas.
El puerto de la ciudad muestra barcos pesqueros hundidos o esparcidos en la costa debido al tsunami provocado por el terremoto. Se teme que al menos una persona haya sido arrastrada por las olas. Los daños son extensos en varias partes de la prefectura de Ishikawa, ubicada en la costa del mar de Japón.
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— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) January 1, 2024
El terremoto también ha generado fuertes réplicas en la región, causando corrimientos de tierra, incendios y un tsunami con olas de más de un metro. Los cortes de energía y agua han afectado a miles de hogares, hospitales e instalaciones de asistencia. Más de 31,000 personas se han refugiado en albergues, y muchas comunidades aún permanecen aisladas.
🌊 TSUNAMI EN JAPÓN 🇯🇵 Tren de paredes de agua originadas por el terremoto 7.5 Mw (USGS) en la península de #Noto, ha ingresado en varios puntos de la costa occidental del país.
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📷 Río Seki en la ciudad de Joetsu, prefectura de Niigata. (@S_Ryu_G). pic.twitter.com/WbvhkRY27n
Japón, un país propenso a los terremotos, ha experimentado cientos de sismos cada año. A pesar de ello, las estrictas normas de construcción han ayudado a mitigar los daños en la mayoría de los casos. Sin embargo, eventos como el terremoto de 2011 y el posterior tsunami han dejado una profunda huella en la memoria del país.