En una jornada marcada por la sensibilidad social, los cinco refugios municipales de Rosario brindaron asistencia y una cena festiva a 150 personas en situación de calle. Con un menú de asado y una mesa dulce tradicional, los espacios buscaron ofrecer un entorno de contención en una fecha de fuerte carga emocional.
Un operativo de contención en contextos de vulnerabilidad
Los establecimientos ubicados en Uriburu 3865, Esmeralda 3549, Felipe Moré 929, Grandoli 3050 y Balcarce 1077 funcionaron con un esquema de 15 trabajadores municipales. Aunque la capacidad total del sistema es de 300 plazas, la ocupación se mantuvo en un 50%, una cifra significativa para la dinámica de las fiestas.
Desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat destacaron que la continuidad de estos centros es clave. "Después de la pandemia nos pareció importante dejar los refugios abiertos todo el año. Es el tercer año que se mantienen abiertos durante las fiestas; es un momento muy particular y es importante que la gente pueda sentirse acompañada", explicó Nicolás Gianelloni, titular del área.
El impacto de la crisis y el perfil de los asistentes
La problemática de las personas en situación de calle en la ciudad no solo responde a factores económicos. Las autoridades locales advierten una complejidad creciente en los perfiles de quienes asisten a estos espacios, donde se cruzan la falta de vivienda con cuestiones de salud mental y consumos problemáticos.
Gianelloni fue contundente respecto al panorama actual: "Hay cada vez más personas en situación de calle. No solo por el difícil momento económico y social, sino que también hay problemáticas de consumo o de salud mental". En este sentido, la política de los refugios prohíbe el alcohol para preservar la convivencia y respetar los tratamientos de quienes atraviesan procesos de recuperación.
Festejos, regalos y asistencia alimentaria
La Nochebuena en el refugio de Balcarce y San Juan tuvo un matiz especial, ya que es el único centro que recibe a mujeres y niños. Allí, 14 personas celebraron la Navidad, incluyendo ocho menores que recibieron juguetes obtenidos a través de una colecta solidaria realizada en la Casa de las Infancias.
Este operativo se enmarca en una estrategia más amplia de asistencia social que el municipio busca sostener frente a la demanda estacional. Según indicaron desde el Ejecutivo local, se está fortaleciendo la red de merenderos, iglesias y vecinales para garantizar un operativo alimentario integral que contenga a los sectores más postergados de la ciudad.
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