En un cierre de año clave para la gestión de La Libertad Avanza, el Gobierno nacional alcanzó este jueves un triunfo político determinante en el Congreso. Con 46 votos a favor, 25 en contra y una abstención, el Senado de la Nación aprobó el Presupuesto 2026, convirtiendo en ley el plan de gastos e ingresos de la administración de Javier Milei. Se trata de un hito institucional para el oficialismo, que logra normalizar las cuentas públicas tras dos años consecutivos de prórrogas presupuestarias.
Una mayoría amplia y el blindaje al ajuste fiscal
La victoria de la Casa Rosada se cimentó sobre una mayoría conformada por el bloque libertario, el radicalismo y legisladores que responden a los gobernadores provinciales. El oficialismo no solo logró la aprobación en general, sino que también consiguió blindar el polémico Capítulo II, que deroga los pisos de financiamiento obligatorio para áreas sensibles como educación, ciencia y tecnología. En esa votación particular, el Gobierno cosechó 42 voluntades, imponiéndose sobre los 28 rechazos de la oposición dura.
La sanción de la ley sin modificaciones era la prioridad absoluta para el Ejecutivo. “Este presupuesto expresa el rumbo económico que eligió la sociedad argentina al elegir al presidente Milei”, afirmó durante el cierre del debate la jefa del bloque oficialista, Patricia Bullrich. La senadora defendió la hoja de ruta económica sosteniendo que el texto “no promete lo que no se puede cumplir y sostiene la decisión fundamental de vivir dentro de las posibilidades concretas de la Argentina”.
Cruces picantes y críticas por el tratamiento "exprés"
La jornada no estuvo exenta de tensiones. El peronismo, liderado por José Mayans, denunció que el tratamiento de la norma fue “vergonzoso” y de carácter “exprés”, alegando que el despacho de comisión se obtuvo en apenas una hora para “ocultar información al pueblo”. Mayans protagonizó, además, un duro enfrentamiento dialéctico con Bullrich, a quien calificó de “inoperante” en sus funciones actuales y previas.
Desde el bloque kirchnerista, Juliana Di Tullio fue tajante al acusar al Presidente de querer “destruir el Estado-Nación”, mientras que el santafesino Marcelo Lewandowski advirtió sobre las consecuencias de desfinanciar la ciencia: “No hay desarrollo si el aparato productivo no crece”, sentenció el legislador, cuestionando la sostenibilidad de los indicadores macroeconómicos sin inversión tecnológica.
Presión a las provincias y señales al mercado
El debate también funcionó como una plataforma para enviar mensajes directos a las gobernaciones. El senador libertario Ezequiel Atauche apuntó contra los distritos que aumentaron sus gastos por encima de la inflación y exigió un compromiso real con el déficit cero. “Es hora de que se pongan a trabajar en bajar los gastos porque todo influye en el bolsillo de los argentinos”, disparó el jujeño.
Para el ministro de Economía, Luis Caputo, esta aprobación representa el cumplimiento de una condición <i>sine qua non</i> impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los mercados internacionales. Con el presupuesto bajo el brazo, el Gobierno busca dar señales de previsibilidad y seguridad jurídica. La jornada culminó además con la aprobación de la ley de inocencia fiscal, una herramienta con la que la Casa Rosada pretende incentivar la circulación de dólares del sector privado hacia la economía real.
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