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La nutricionista resaltó el aporte del limón, que ayudan a hidratar y a evitar la retención de líquidos |
Luego de las celebraciones de Navidad, donde suelen predominar las comidas abundantes y calóricas, surge la necesidad inmediata de "compensar" los excesos. Sin embargo, los especialistas advierten sobre los riesgos de las medidas drásticas. La clave no reside en el castigo físico, sino en una transición gradual hacia una alimentación más simple y funcional que permita al sistema digestivo recuperarse de forma natural.
Por qué evitar los ayunos y las restricciones severas
Frente a la pesadez estomacal, muchos optan por saltear comidas o iniciar dietas restrictivas de manera abrupta. La nutricionista Nadia Hrycyk desmitificó estas prácticas al señalar que no existen soluciones mágicas. “El objetivo después de una comida pesada debe ser equilibrar, no castigar al organismo”, explicó la especialista, remarcando que lo ideal es escuchar las señales de hambre y saciedad del propio cuerpo.
Si la rutina se vio alterada por el festejo, la profesional sugiere flexibilidad: si una persona se despierta tarde, puede pasar directamente al almuerzo, pero en caso de desayunar, la opción debe ser liviana. La premisa fundamental es retomar el orden sin cargar con la culpa de lo ingerido durante la Nochebuena, entendiendo que son platos propios de la época festiva.
El rol crítico de la hidratación y las bebidas naturales
Uno de los pilares fundamentales para la recuperación post-fiestas es la ingesta de líquidos, especialmente considerando las altas temperaturas de diciembre. No obstante, no cualquier bebida cumple la función de limpiar el organismo. “La única bebida que hidrata es el agua”, enfatizó Hrycyk, aclarando que infusiones como el mate, aunque digestivas, tienen efectos diuréticos que no reemplazan al agua mineral.
Para quienes buscan alternativas con sabor, la recomendación es evitar los jugos industrializados debido a sus conservantes y colorantes. En su lugar, se propone saborizar el agua de forma casera con rodajas de frutas o hierbas frescas. Un consejo puntual para combatir la acidez y facilitar la digestión es disolver una cucharadita de bicarbonato de sodio en un litro de agua, aunque aclaró que debe ser una medida excepcional y no un hábito recurrente.
Alimentos recomendados para recuperar la liviandad
Para contrarrestar platos que incluyeron mayonesa, cremas o grasas, la dieta de los días posteriores debe basarse en alimentos frescos y verdes. Estos ayudan a aliviar la carga del sistema digestivo y facilitan la eliminación de toxinas. El potasio juega un rol central en este proceso, por lo que opciones como el licuado de banana (preparado con agua para no sobrecargar el hígado) resultan ideales.
Cítricos y frutas enteras: Se recomienda el consumo de naranja en gajos para aprovechar la fibra, y el limón por su capacidad de reducir la retención de líquidos.
Vegetales hidratantes: El pepino es un aliado estratégico por su alto contenido de agua y nutrientes.
Ajustes en el plato: No es necesario eliminar grupos alimenticios, sino reducir el uso de aderezos pesados y priorizar las cocciones simples.
En definitiva, la recuperación tras el banquete navideño no requiere de "detox" comerciales ni sacrificios extremos. Como concluyó la especialista, “lo importante es equilibrar y escuchar al cuerpo”, permitiendo que el organismo retome su ritmo habitual de manera orgánica y saludable.


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