La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) marcó un hito en la medicina metabólica al aprobar la comercialización de la primera píldora oral para tratar la obesidad. Se trata de una versión en comprimidos del fármaco inyectable Wegovy, desarrollada por el laboratorio danés Novo Nordisk, que utiliza el principio activo semaglutida para combatir una enfermedad que afecta a más de 100 millones de personas solo en territorio estadounidense.
Este nuevo tratamiento, que consiste en una toma diaria de 25 mg, se posiciona como la primera terapia oral con el mecanismo GLP-1 específicamente dirigida al control de peso. Hasta el momento, esta tecnología —que imita una hormona humana para regular el apetito y la saciedad— solo estaba disponible de forma masiva a través de inyecciones semanales.
Eficacia y resultados de los ensayos clínicos
La efectividad de la nueva presentación fue testeada bajo los programas de investigación OASIS y SELECT 2. Los resultados fueron contundentes: los pacientes que mantuvieron la adherencia al tratamiento diario alcanzaron una pérdida de peso media del 16,6%. En contraste, quienes recibieron un placebo durante el mismo período solo registraron una reducción del 2,2%.
“La reducción de peso alcanzada con la píldora Wegovy es comparable a la obtenida con la versión inyectable de 2,4 mg”, destacaron desde Novo Nordisk. Además, los datos revelaron que uno de cada tres participantes logró perder al menos el 20% de su peso inicial, un margen de eficacia que transforma las expectativas de los pacientes que buscan alternativas a las agujas.
Modo de uso y el desafío de la absorción
A diferencia de las versiones inyectables como Ozempic o el propio Wegovy tradicional, la píldora requiere una logística de administración rigurosa para garantizar su absorción. Al ser ingerida, solo una fracción del compuesto llega al torrente sanguíneo, razón por la cual la dosis de 25 mg es significativamente mayor a la de otros formatos.
Debe tomarse diariamente en ayunas.
Se debe ingerir únicamente con un sorbo de agua.
Es necesario esperar al menos 30 minutos antes de consumir cualquier alimento o bebida.
Para proteger el principio activo de los ácidos gástricos, el laboratorio incorporó un compuesto adicional que resguarda la semaglutida hasta su llegada al sistema circulatorio. En cuanto a la seguridad, los efectos secundarios más reportados fueron náuseas y diarrea, presentes en el 74% de los usuarios, una cifra similar a la observada en las terapias inyectables de la misma familia.
Impacto social y acceso al tratamiento
La llegada de este formato oral abre una ventana de oportunidad para pacientes con limitaciones logísticas o económicas. La doctora Fatima Cody Stanford, del Hospital General de Massachusetts, subrayó que este avance representa una opción valiosa para quienes no toleran las inyecciones o tienen dificultades para acceder a ellas.
Por su parte, Chris Mertens, participante de los ensayos clínicos, relató su experiencia: “El tratamiento ayudó a disminuir mi apetito y la frecuencia de pensamientos sobre comida; si un día me saltaba una comida, ni siquiera lo notaba”. El paciente también valoró que la rutina diaria de la píldora funciona como un recordatorio constante de su proceso de salud.
Aunque la aprobación ya es oficial, el laboratorio prevé que el lanzamiento comercial en los Estados Unidos se produzca a principios de enero de 2026. Si bien se estima que el costo inicial podría rondar los 149 dólares mensuales a través de ciertos proveedores, el precio definitivo y su llegada a otros mercados internacionales se confirmarán una vez iniciada la distribución masiva.


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