La muerte del exgobernador opositor Alfredo Díaz en el centro de detención de El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), ha desatado una nueva escalada de tensión diplomática entre Estados Unidos y Venezuela. Mientras el chavismo atribuye el deceso a causas naturales, Washington endureció su retórica calificando a la administración de Nicolás Maduro como un “régimen criminal”.
La versión oficial frente a las denuncias de la oposición
El Ministerio de Servicio Penitenciario de Venezuela informó que Díaz, quien fuera gobernador del estado Nueva Esparta, falleció tras sufrir síntomas compatibles con un infarto de miocardio. Según el comunicado oficial, el dirigente fue trasladado al Hospital Clínico Universitario, donde murió minutos después de ingresar pese a los intentos por estabilizarlo.
Sin embargo, desde el Departamento de Estado de EE.UU. rechazaron esta versión y responsabilizaron directamente al gobierno venezolano. “La muerte del preso político venezolano Alfredo Díaz, detenido arbitrariamente en el centro de tortura de Maduro en El Helicoide, es otro recordatorio más de la naturaleza vil del régimen”, expresaron a través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Por su parte, los líderes opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia advirtieron que este hecho forma parte de un “patrón sostenido de represión estatal”. Con Díaz, ya suman siete los presos políticos fallecidos en custodia tras los cuestionados comicios del pasado 28 de julio.
Tensión militar y el rol de las fuerzas estadounidenses
El fallecimiento del dirigente se produce en un contexto de máxima fragilidad geopolítica. En los últimos meses, Estados Unidos ha incrementado su despliegue naval frente a las costas venezolanas, argumentando operativos de lucha contra el narcotráfico. No obstante, el chavismo interpreta estos movimientos como una amenaza directa de intervención militar.
La situación ha llegado a organismos internacionales, luego de que la ONU advirtiera sobre posibles “ejecuciones extrajudiciales” tras ataques estadounidenses a embarcaciones que supuestamente trasladaban estupefacientes. El Congreso de EE.UU. incluso investiga si la muerte de presuntos narcotraficantes durante estos operativos constituyó un crimen de guerra.
Qatar se ofrece como mediador estratégico
En medio del fuego cruzado de declaraciones, el gobierno de Qatar manifestó su disposición para ejercer un rol de mediador, tal como lo hizo en conflictos previos. Majed al Ansari, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores qatarí, afirmó que su país se está “comunicando con todas las partes” y espera un pedido formal para intervenir oficialmente.
“Estamos esperando a que alguien nos lo pida”, señaló Al Ansari en el Foro de Doha. Cabe recordar que Qatar fue la pieza clave para el intercambio de prisioneros de diciembre de 2023, que permitió la liberación del empresario Alex Saab a cambio de ciudadanos estadounidenses y detenidos políticos venezolanos.
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