El emblemático ascensor panorámico de Costa Alta, que permanece fuera de servicio desde 2017 tras la rotura de su motor, podría ser finalmente reemplazado. El Palacio de los Leones analiza abandonar la reparación del dispositivo original, cuya recuperación es considerada inviable por sus altos costos, para instalar un elevador más pequeño y funcional destinado prioritariamente a personas con movilidad reducida y adultos mayores.
Una estructura obsoleta y "técnicamente inviable"
Desde su inauguración en 2012, el elevador de la zona norte ha acumulado más tiempo en desuso que en funcionamiento. La estructura, diseñada originalmente para trasladar hasta 30 personas, presentó fallas recurrentes debido a una elección de compra que, con el tiempo, demostró ser un escollo: la falta de repuestos en el mercado local y la desaparición de la empresa encargada de su mantenimiento.
Rogelio Biazzi, coordinador de Gabinete municipal, fue tajante respecto a la situación actual del equipo: "El motor está roto y no se puede reparar integralmente. La intervención que se requiere no solo implicaría el recambio total de la máquina, sino una adecuación estructural del sistema. La operación es inviable tanto desde el punto de vista técnico como económico".
El deterioro no es solo mecánico. El paso de los años, la bajante del río, la pandemia y los reiterados actos de vandalismo terminaron por desguazar la cabina panorámica, dejando una estructura vacía que hoy funciona como un recordatorio del abandono en uno de los puntos más concurridos de la costa rosarina.
El nuevo proyecto: foco en la accesibilidad
Ante la imposibilidad de recuperar el modelo original, el municipio comenzó a evaluar una alternativa más austera pero operativa. La idea es instalar un ascensor con capacidad para aproximadamente 10 personas. Este cambio de escala permitiría reducir drásticamente la inversión inicial y, fundamentalmente, garantizar un mantenimiento sostenible en el tiempo con tecnología disponible en el país.
"Se está analizando colocar un elevador que no sea de uso masivo, sino más bien destinado a familias con niños, personas mayores o con alguna discapacidad", detalló Biazzi. El objetivo es resolver el problema de accesibilidad para quienes hoy deben "hacer malabares" entre escaleras empinadas y el tránsito vehicular para llegar a la zona de bares y taxis náuticos.
Aunque el proyecto aún no llegó a la instancia de licitación y los presupuestos elaborados el año pasado deben ser actualizados por la inflación, el Ejecutivo baraja diversas fuentes de financiamiento. Entre las opciones, cobra fuerza la posibilidad de incluir la obra dentro de los proyectos del Presupuesto Participativo.
Mejoras integrales en el paseo de la zona norte
Mientras se define el futuro del ascensor, el municipio avanzó con otras obras para potenciar la temporada estival en Costa Alta. Las intervenciones se centraron en la puesta en valor del muelle público y la bajada náutica, sectores clave para el cruce a las islas y la actividad recreativa.
Infraestructura del muelle: Se repararon pasamanos, se reforzaron barandas y se realizó una pintura integral de todo el sector.
Seguridad y señalética: Se renovaron los carteles informativos y se optimizó el sistema de iluminación led en todo el predio.
Bajada náutica pública: Se extendió la estructura operativa para compensar la bajante del río Paraná, permitiendo que las embarcaciones vuelvan a tener un punto de acceso seguro.
Estas tareas buscan mitigar el impacto de un acceso deficitario, a la espera de que el nuevo elevador devuelva la integración plena entre la parte alta de la barranca y el paseo ribereño.


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