Las negociaciones por el tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur han ingresado en una fase de máxima tensión. Mientras los mandatarios de los 27 países europeos se reúnen en Bruselas, la viabilidad del pacto pende de un hilo ante las nuevas exigencias de Italia y la impaciencia de Brasil, que advirtió que no habrá más instancias de diálogo si no se concreta esta semana.
El frente europeo: el giro de Italia y el fantasma del bloqueo
La cumbre en Bruselas, encabezada por la presidencia danesa, tiene como eje central definir el mandato para que Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, firme la entrada en vigor provisional del acuerdo. Sin embargo, el panorama se oscureció tras las recientes declaraciones de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Ante el parlamento de su país, Meloni calificó como “prematuro” sellar el pacto debido a la falta de garantías para el sector agropecuario italiano. Esta postura, alineada con el histórico rechazo de Emmanuel Macron en Francia, podría alcanzar la minoría de bloqueo necesaria (cuatro países que representen el 35% de la población de la UE) para frenar la iniciativa.
Un encuentro privado realizado el lunes entre Meloni, Macron, el canciller alemán Friedrich Merz y la propia Von der Leyen habría sido el escenario donde se terminó de gestar esta resistencia. Las demandas europeas responden, en gran medida, a presiones políticas internas y protestas de productores locales que temen la competencia sudamericana.
La advertencia de Lula: "Ahora o nunca"
Del otro lado del Atlántico, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó un mensaje contundente frente a las dilaciones europeas. Con el objetivo de concretar el anuncio este sábado durante la cumbre de Foz de Iguazú, el mandatario brasileño endureció su discurso de manera inédita.
“Si no lo hacemos ahora, Brasil no hará más acuerdos mientras yo sea presidente. Hace 26 años que esperamos este acuerdo. 26 años”, sentenció Lula. Para los negociadores latinoamericanos, el bloque ya no tiene margen para seguir cediendo ante los requerimientos ambientales y comerciales que impone el Viejo Continente.
El ultimátum busca forzar una decisión política en el Consejo Europeo antes de que la presidencia pro tempore del Mercosur pase a manos de Paraguay. A pesar de las dudas iniciales, se confirmó que el presidente Santiago Peña y su par argentino, Javier Milei, asistirán a la cita en la Triple Frontera, lo que eleva el peso político del encuentro del sábado.
Horas decisivas en Bruselas y Foz de Iguazú
A pesar de que el Parlamento Europeo aprobó recientemente reglas de salvaguarda, el destino del tratado es incierto. Si el Consejo Europeo no otorga el mandato a Von der Leyen en las próximas 48 horas, las posibilidades de éxito son nulas.
Expertos y funcionarios coinciden en que el tiempo se agotó. Bernd Lange, presidente de la Comisión Internacional del Parlamento, fue tajante al respecto: “El acuerdo estará muerto si no se firma el sábado”. La incertidumbre es total y el resultado de estas gestiones frenéticas determinará el rumbo geoeconómico de ambas regiones para las próximas décadas.


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