El Ministerio de Salud de Santa Fe reforzó la vigilancia epidemiológica ante un aumento de casos de tos convulsa o coqueluche (tos ferina) que configura un brote a nivel nacional. La provincia ya confirmó 19 contagios en lo que va del año, de los cuales 16 se registraron en el departamento Rosario.
El Boletín Epidemiológico Nacional informó 382 casos confirmados en todo el país en 2025, una cifra superior a la de los últimos tres años. La mayoría de los afectados son bebés y niños, con cuatro muertes reportadas en menores de dos años en el AMBA. En Santa Fe, afortunadamente, no hubo desenlaces fatales.
El Impacto en Santa Fe y el Grupo de Riesgo
En el territorio santafesino, el grupo etario más afectado es el de menores de un año, seguido por la franja de 10 a 14 años. La directora provincial de Prevención y Promoción de la Salud, Analía Chumpitaz, detalló que nueve de los 19 pacientes confirmados en la provincia requirieron internación.
La enfermedad, causada por la bacteria Bordetella pertussis, se contagia fácilmente por gotitas al toser o estornudar. Rosario y Santa Fe están realizando una vigilancia activa en todos los centros de atención para diferenciar la coqueluche, que no suele dar fiebre pero sí tos persistente y dificultad respiratoria, de otras afecciones.
La alerta se disparó tras una caída en las tasas de vacunación, una de las principales causas del resurgimiento de este problema de salud que estuvo controlado por décadas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había lanzado un alerta regional en junio por la disminución de coberturas.
La Vacunación, el Escudo Principal contra la Bacteria
La clave para frenar el brote es el cumplimiento estricto del Calendario Nacional de Vacunación. La enfermedad es inmunoprevenible y las dosis están disponibles de forma gratuita.
El esquema nacional contempla tres dosis para los bebés (a los 2, 4 y 6 meses), y refuerzos a los 15-18 meses, a los 5-6 años y a los 11 años. Los profesionales de salud enfatizan la necesidad de aplicar una dosis de vacuna triple bacteriana acelular a las embarazadas a partir de la semana 20 de gestación.
Esta dosis es fundamental, ya que transfiere anticuerpos al feto, protegiendo al recién nacido durante los primeros meses de vida, cuando es más vulnerable a las formas graves y posibles complicaciones como la neumonía o las afectaciones neurológicas. Ante cualquier síntoma respiratorio persistente en niños, la consulta médica debe ser inmediata.
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