La Central General del Trabajo (CGT) elevó el tono de advertencia hacia el Gobierno de Javier Milei en el marco de la inminente reforma laboral. Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y referente de peso de la central obrera, aseguró que si el Ejecutivo no garantiza un diálogo transparente y con garantías, la respuesta será la "movilización y acciones contundentes".
El sindicalista sostuvo que la CGT está dispuesta a negociar cambios y "modernizar" las relaciones de trabajo, como lo demuestra su participación en el Consejo de Mayo. Sin embargo, puso un límite claro: "No queremos ir al conflicto, pero si se nos cierran todas las puertas y no nos dan garantías vamos a utilizar todas las herramientas que tengamos".
El Mensaje a Sturzenegger y la Crítica al Desconocimiento
Martínez aprovechó para cuestionar directamente a los funcionarios que impulsan las propuestas de reforma, señalando su falta de experiencia en el mundo productivo. Mencionó a Federico Sturzenegger, uno de los arquitectos del plan oficial.
"Lo que salen a plantear no saben lo que es pagar un salario, lo que es discutir un convenio colectivo de trabajo", sentenció Martínez. Si bien respetó su "capacidad intelectual", el gremialista opinó que no entienden la modalidad laboral argentina.
Las propuestas que preocupan a la central obrera incluyen la habilitación de bancos de horas, el concepto de salarios dinámicos (que ajusta la remuneración a variables productivas) y la posibilidad de negociar convenios por empresa, lo que debilitaría la histórica negociación colectiva sectorial.
Panorama Económico y Lucha de Poder en la CGT
Martínez también analizó el contexto económico que enmarca el debate, mencionando la recesión y la caída del consumo. Afirmó que la política de apertura importadora del Gobierno ya generó la "quiebra de alrededor de veinte mil empresas", dificultando la recuperación del empleo.
El dirigente defendió la "capacidad de representación" de la central, enfatizando que el sindicalismo es de "gestión" y negocia cuando tiene la posibilidad. La ausencia de diálogo "solvente y sustentable" solo conduciría a conflictos.
A pesar de la unidad mostrada contra la reforma, la CGT atraviesa una intensa interna de cara a la elección de su nueva cúpula este miércoles. Un sector, liderado por "los Gordos" y el barrionuevismo, presiona para prorrogar los mandatos del actual triunvirato.
La Interna Sindical: ¿Unidad o Fractura Antes de Nacer?
La presión por la prórroga, que busca evitar la incorporación de nombres como Cristian Jerónimo (vidrio) al futuro triunvirato, esconde viejas diferencias. Los opositores argumentan que se necesita una "dirigencia más fogueada" para enfrentar la batalla legal y política contra el Gobierno.
El sector de Martínez, Rodríguez y Lingeri (los independientes), que apoya a Jerónimo, busca mostrar un sindicalismo moderno y dialoguista. Sin embargo, la tensión es máxima: la pugna podría terminar en una votación dividida o, en el peor escenario, en una fractura explícita de la CGT.
El desenlace del congreso de este miércoles es crucial, ya que los dirigentes electos serán quienes firmen o intenten frenar la reforma laboral de Milei. En un escenario donde se fue el interlocutor moderado, Guillermo Francos, la CGT necesita más que nunca la "unidad y fortaleza" para encarar un panorama que consideran duro.


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