Rosario Central consiguió un trabajado triunfo por 1-0 frente a Platense, un resultado que le permite afirmarse en la cima de la tabla acumulada y consolidar su pasaje a los octavos de final. El encuentro, disputado tras un emotivo homenaje al DT Miguel Ángel Russo, quien atraviesa un difícil momento, mostró un equipo Canalla "serio, con desafíos y aspiraciones tomados de la mano", que sigue sumando su cuarto triunfo consecutivo. El aura de Russo pareció acompañar al equipo, que se muestra "sonriendo y... mostrando los dientes más que nunca" en su protagonismo.
Un Inicio Anestesiado y la Dificultad para Fluir
El equipo de Rosario Central entró a la cancha "totalmente anestesiado", conmovido por el homenaje previo, lo que derivó en un primer tiempo "sencillamente para el bostezo". El trámite se le hizo incómodo al Canalla debido a la asfixia propuesta por Platense en la salida, impidiendo que el balón fluyera limpiamente hacia el ataque. Jugadores clave como Malcorra, Di María y Véliz se diluían entre la marca rival, haciendo "imposible darle vida" al juego en tres cuartos de cancha. Platense solo generó peligro con un remate desviado de Picco, mientras que Central solo insinuó con un centro de Di María y dos arremetidas de Campaz.
Véliz y la Reacción en el Complemento con Gol Clave
El descanso del entretiempo fue vital para que Central entendiera que necesitaba "mayor decisión". El gol que destrabó el partido llegó al inicio del complemento. Nació de un forcejeo ganado por Jaminton Campaz, quien desbordó y envió un centro al área. El paraguayo Enzo Giménez impactó de cabeza al corazón del área para que apareciera Alejo Véliz, quien estaba "perfectamente ubicado, donde lo pedía la jugada", para mandar el balón a la red. El tanto desató el delirio en el Gigante e inició otro partido, uno que el equipo de Holan debió jugar más con la cabeza.
Central Incomodo y la Importancia de la Defensa
Pese a la ventaja, Central siguió sufriendo, ya que el juego "nunca fluyó" y dependió en gran medida de "arrestos individuales". El equipo debía "defender mejor con la pelota", pero no lo logró, permitiendo que un Platense con sus "debilidades" lo fuera arrinconando y poniendo incómodo. Un disparo defectuoso de Saborido "heló la sangre de todos", aunque la diferencia en el marcador ya era mínima. La victoria se terminó de construir gracias a cierres oportunos de Komar. El Central de Holan es dueño de todos los méritos de este gran momento, pero en un día especial, "el aura de Russo pareció decir presente" para que el Canalla metiera un "triunfo y la madre" y siga soñando.
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