El régimen de Irán ha elevado la tensión internacional al nombrar al general Ahmad Vahidi como subcomandante del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Este decreto, emitido este jueves por el ayatollah Ali Khamenei, oficializa a un veterano del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica con un historial de altos cargos, incluido el de ministro de Defensa y de Interior. El nombramiento genera una fuerte repercusión internacional debido a la gravedad de las acusaciones que pesan sobre Vahidi, en particular su presunta participación en el atentado terrorista contra la AMIA en Buenos Aires en 1994, que causó 85 muertos.
El Historial de Ahmad Vahidi y su Vínculo con Fuerzas Quds
Vahidi, de 66 años y nacido en Shiraz, comenzó su vínculo con la Guardia Revolucionaria con el surgimiento de la Revolución Islámica en 1979, uniéndose a esta estructura militar que reporta directamente al líder supremo de Irán. Su trayectoria incluye haber estado al frente de las Fuerzas Quds, la unidad de élite responsable de las operaciones en el extranjero, cargo que luego heredó el general Qassem Souleimani. Además, pertenece a un reducido círculo de asesores y compone el Consejo Superior, un organismo clave que define las principales estrategias del régimen, como las decisiones relativas al acuerdo nuclear.
Acusaciones por el Atentado a la AMIA y Alerta Roja de Interpol
Desde noviembre de 2006, Vahidi ha integrado la base de datos de Interpol con una alerta roja activa, ordenada inicialmente por el entonces juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Dicha alerta lo acusa de “homicidio calificado, doblemente agravado (por odio racial o religioso y por ser un medio idóneo para causar un peligro común) en perjuicio de 85 víctimas fatales...". El fiscal Alberto Nisman lo había identificado como uno de los principales responsables de la planificación del ataque de 1994 en Argentina. De acuerdo a la investigación judicial, Vahidi, como comandante de la Fuerza Quds, participó en la reunión clave donde se resolvió concretar el atentado a la AMIA y delegar su ejecución en Hezbollah del Líbano.
Antecedentes de Presión Internacional y Respuesta Argentina
Estados Unidos colocó a Vahidi en su lista negra en 2010. En 2019, la Unidad de Información Financiera (UIF) de Argentina y el fiscal Sebastián Basso solicitaron la inclusión de Vahidi y otros seis imputados en el registro argentino de terroristas. La UIF determinó que él y Moshen Rezai lideraron los análisis sobre el atentado en el seno de la inteligencia iraní. En 2021, mientras ocupaba el Ministerio del Interior, el gobierno argentino requirió su detención durante una visita oficial a Pakistán y Sri Lanka. Incluso en 2011, cuando era ministro de Defensa, su visita a Bolivia provocó que el gobierno de ese país dispusiera su salida tras una dura reacción política y de la comunidad judía argentina, que calificó su presencia como “una provocación”.
La Acusación de Autoría Ideológica en el Corazón del Régimen Iraní
Sobre Vahidi recae la acusación de ser uno de los autores ideológicos del ataque, uno de los crímenes más graves de la historia argentina. Según el dictamen firmado por el fiscal Nisman, Vahidi no solo estuvo en la presunta reunión de 1993 en Mahshad donde se decidió el ataque, sino que fue él quien "impulsó la propuesta de que Argentina fuera el país objetivo del atentado". Este planteo fue luego evaluado por el Comité de Asuntos Especiales. El mismo informe indica que, tras avalar el objetivo argentino, el liderazgo de la operación fue delegado en Ali Fallahijan, ministro de Inteligencia, mientras que la ejecución quedó a cargo de Vahidi.


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