Juan Domingo “Cascarita” Ramírez, de 51 años, falleció este jueves, dos semanas después de haber sido baleado en el barrio Hospitales de Rosario. La víctima era un conocido referente de la barra brava de Newell's Old Boys y su muerte se suma a una serie de crímenes que azotan a este sector. Ramírez, que había cumplido recientemente una condena por narcotráfico, también había sido miembro de la banda criminal Los Monos.
El hombre se encontraba internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) desde el 22 de julio, cuando fue atacado a balazos en la puerta de su casa, ubicada en Rueda al 1800, frente al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
Según testigos, el atacante se acercó en una motocicleta con una caja de reparto y le disparó en repetidas ocasiones. "El tirador llegó hasta el negocio en una motocicleta con una caja de reparto. Después de los balazos escapó sin ser identificado". Ramírez, que había recibido un impacto en el cuello y otras heridas de consideración, fue trasladado de urgencia al HECA, donde fue sometido a una cirugía y permaneció en terapia intensiva con pronóstico reservado hasta su deceso.
Este crimen ocurrió tan solo dos días después de otro homicidio en la misma zona. Brian Nahuel Figueroa, de 30 años y también ligado a la hinchada de Newell's, fue asesinado en Virasoro al 1800 tras salir del partido que la Lepra disputó contra Banfield. Figueroa, que se movilizaba en un Volkswagen Polo junto a dos mujeres y dos menores, fue interceptado por dos delincuentes en moto que le dispararon, provocando que chocara y muriera en el acto.
La historia delictiva de "Cascarita" Ramírez se remonta a la década anterior, cuando fue detenido y acusado de ser miembro de Los Monos, la banda liderada por la familia Cantero. En 2014, protagonizó una insólita fuga de la Jefatura de Policía de Rosario, donde, esposado a una baranda, logró romper los grilletes y escapar en un taxi. Un año después, acordó una condena a 3 años y medio de prisión por formar parte de la asociación ilícita. Más tarde, en 2022, recibió una nueva sentencia de 4 años y 6 meses por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Ramírez había recuperado la libertad dos meses antes del ataque que le costó la vida, después de cumplir la condena federal por narcotráfico.
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