"Denuncian la muerte de otro opositor detenido en Nicaragua.

Nicaragua vive una "nueva modalidad represiva del régimen (que) consiste en la captura, la desaparición forzada y la posterior entrega sin vida de las personas detenidas", advirtieron opositores. (Imagen de archivo)

NUEVA MUERTE EN PRISIÓN DE NICARAGUA GENERA ALERTA ENTRE LA OPOSICIÓN

Organizaciones contrarias al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua "denunciaron este sábado la muerte en prisión del abogado Carlos Cárdenas", quien había sido arrestado hace 15 días en Managua. Este suceso se suma a una serie de fallecimientos en custodia estatal que preocupa a los opositores.

La "Gran Confederación Opositora Nicaragüense (GCON)", que agrupa a varias plataformas políticas y sociales, confirmó la noticia. "La dictadura sandinista entrega otro preso político muerto a familiares", señaló la organización, calificando el hecho como un "crimen político y de Estado" y "denunciando nacional e internacionalmente el terrorismo que ejecuta Ortega y Murillo".

Este es el segundo fallecimiento en menos de una semana, tras la muerte de "Mauricio Alonso", también detenido por agentes del gobierno a mediados de julio. "Enrique Avanza", dirigente de la "Plataforma de Unidad Democrática (PUDE)", confirmó a la agencia Reuters la muerte de Cárdenas, elevando a al menos cinco el número de opositores fallecidos bajo arresto desde 2019. Cárdenas, que había sido encarcelado en 2018, fue asesor de la Conferencia Episcopal, que en su momento medió en un diálogo con el gobierno.

La ONG "Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más", junto con la "Unidad de Defensa Jurídica" y la red "Monitoreo Azul y Blanco", alertaron sobre una "nueva modalidad represiva del régimen". Esta estrategia, según las organizaciones, "consiste en la captura, la desaparición forzada y la posterior entrega sin vida de las personas detenidas". La muerte de Cárdenas "confirma la criminalización de la protesta de 2018 y evidencia una estrategia sistemática de represalia para castigar y silenciar la disidencia política".

Desde 2018, Nicaragua atraviesa una crisis política marcada por la violenta represión de las protestas, que ha dejado un saldo de alrededor de 350 fallecidos, más de 2.000 heridos y cientos de miles de exiliados.