Esta semana marcó un giro inesperado en el escenario político, con el Gobierno desplegando sus fichas sin lograr el control deseado de la partida. La falta de pericia o, quizás, una estrategia aún incomprensible, fueron los protagonistas.
El lunes, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, no consiguió sellar un frente electoral con el gobernador Gustavo Valdés en Corrientes. La provincia elegirá gobernador el 31 de agosto, y La Libertad Avanza (LLA) buscaba imponer al libertario Lisandro Almirón como candidato, a pesar de que Valdés controla la mayoría de las intendencias, una propuesta "indigerible" como ya había anticipado TN. Esta situación provocó que LLA perdiera la posibilidad de asegurarse bancas de diputados en la provincia.
Sin embargo, LLA sí vislumbra oportunidades en Entre Ríos. Con el plazo para inscribir alianzas nacionales que cierra el 9 de agosto, la posibilidad de un acuerdo entre Rogelio Frigerio y LLA avanza a buen ritmo. Este camino se presenta como la opción más segura para evitar el resurgimiento del peronismo, liderado por el grupo de Gustavo Bordet y el ex titular de la Aduana, Guillermo Michel. Algunas encuestas sugieren que una presentación por separado de LLA y el PRO podría favorecer a Michel. Cabe destacar que en esta provincia se eligen tanto diputados como senadores.
La situación en la provincia de Buenos Aires, por otro lado, parece prácticamente definida. En cuestión de horas o días, se espera que Cristian Ritondo anuncie el pase de Diego Santilli, Alejandro Finocchiaro y otros referentes del PRO al frente de LLA. La incógnita reside en si el bloque macrista mantendrá su unidad después de octubre o si, como es previsible, se verá reducido a los "amarillos puros". Este tema fue abordado en una reunión del PRO celebrada el viernes.
Tensión creciente entre el Gobierno y las provincias
La relación entre los 24 mandatarios provinciales y el Gobierno nacional ha entrado en una fase crítica. En diversas reuniones del Consejo Federal de Inversiones (CFI), los gobernadores reclamaron al Ministerio de Economía una deuda de 3,2 billones de pesos en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) e impuesto a los combustibles. No obstante, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, se mostró dispuesto a ceder solo 300 millones de pesos, una diferencia abismal.
Un gobernador cercano al oficialismo expresó que la estrategia de Milei está logrando una unidad inesperada: poner a "todos en contra". La estrategia de confrontación es difícil de comprender, ya que incluso con una excelente elección, Milei no superaría los 100 diputados nacionales, lo que lo obligaría a depender de los representantes provinciales para alcanzar el quorum e impulsar sus proyectos.
Impacto de la confrontación en el Congreso
La estrategia de choque con los mandatarios provinciales ha tenido tres derivaciones directas e inmediatas.
La primera se manifestó en la Cámara de Diputados, donde la oposición logró el quórum y ganó por mayoría holgada el emplazamiento a las comisiones para debatir el presupuesto universitario y la emergencia pediátrica. Este hecho dejó en evidencia que Milei ya no cuenta con el respaldo de un tercio de los diputados para sostener un veto. Se espera que el lunes la Comisión de Presupuesto se reúna para abordar estos temas.
La segunda consecuencia inmediata se observa en el Senado, donde los gobernadores acordaron impulsar dos proyectos de ley para distribuir los fondos que reclaman a la Nación. Algunos mandatarios buscan darles media sanción la próxima semana, sin dilación. Aunque Milei podría vetar estas normas, carecería de los votos suficientes para impedir que las provincias insistan y terminen sancionándolas. Por esta razón, algunos en el Gobierno consideran que la mejor estrategia sería dividir a los gobernadores, negociando con los más moderados (como Frigerio) y separándolos de los más intransigentes (el kirchnerismo y el cordobés Martín Llaryora).
La tercera consecuencia tiene que ver con el envalentonamiento de la oposición. El jueves, varios senadores forzaron un dictamen en comisiones que no había sido debidamente convocado. El proyecto para aumentar las jubilaciones y los bonos ya cuenta con media sanción, y la oposición más dura busca convertirlo en ley el próximo jueves.
La inestabilidad de la semana también se reflejó en el dólar, que cerró el viernes a $1260, marcando su valor más alto desde la salida del cepo.
Factores que inciden en la volatilidad económica
Diversos analistas han identificado múltiples causas para esta situación: la habitual desconfianza electoral, el cobro del aguinaldo, la necesidad de los argentinos que viajan al exterior de adquirir dólares para pagos directos o tarjetas de crédito, el fin de la reducción de las retenciones y la previsible actitud de los exportadores que, en dos semanas, liquidarán exportaciones solo para cubrir costos.
Sin embargo, el origen principal de esta disonancia y volatilidad provino de otro lado: hace una semana, informes de bancos extranjeros aconsejaron salir de las inversiones en pesos. De manera simultánea, como señaló Melina Manfredi, el lunes pasado el Ministerio de Economía solo logró el roll over del 58,9% de los bonos que vencían, lo que generó una mayor liquidez que pudo dirigirse al dólar.
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