Rosario, 23 de julio de 2025 – La provincia de Santa Fe se encuentra en un punto de inflexión en su relación con el gobierno nacional, impulsada por la paralización y el financiamiento incierto de la nueva planta potabilizadora "espejo" en Granadero Baigorria. Esta obra, un compromiso asumido por Nación, debía estar finalizada este año y representa una solución crucial para el abastecimiento de agua potable de medio millón de rosarinos y vecinos de la región. Sin embargo, desde septiembre del año pasado, las tareas se encuentran detenidas, con una deuda de más de 400 millones de pesos por certificados de obra impagos.
La planta potabilizadora "espejo" es parte de la segunda etapa del Acueducto del Gran Rosario y busca duplicar la capacidad de la infraestructura actual, inaugurada en 2015. La obra civil, que incluye la base, piletas y cabinas con laboratorio, se encuentra ejecutada al 100 por ciento. No obstante, resta un 83 por ciento de la etapa final de montaje de bombas, filtros y depósitos de insumos químicos, elementos esenciales para su funcionamiento.
Fuentes oficiales de la Casa Gris confirmaron el profundo malestar ante lo que consideran un incumplimiento flagrante por parte de la Casa Rosada. Tras sucesivos retrasos en los pagos, la contratista, una unión transitoria de empresas (UTE) conformada por Werk y Del Sol, se vio forzada a abandonar el obrador, llevándose incluso equipos y bombas para resguardarlos de posibles robos ante la falta de seguridad privada en el predio.
Desde el gobierno santafesino ya se ha iniciado el reclamo administrativo formal ante Nación. No obstante, en un claro mensaje de determinación, altos funcionarios provinciales han adelantado que, de no obtener una respuesta favorable, la provincia recurrirá a la vía judicial. "Frente a esto, nos veríamos obligados a asumir la finalización con fondos propios. Es un gran problema, porque estamos pagando nosotros, como en el caso de la cascada del arroyo Saladillo, viviendas y escuelas", confió una fuente del Ejecutivo provincial. Se estima que la inversión restante para poner en marcha la planta ronda los 20 millones de dólares.
La tensión entre Santa Fe y Nación no es nueva. Este episodio se suma a la fricción por la falta de mantenimiento de las rutas nacionales que atraviesan la provincia, como la A012, 11, 33 y 34, que el gobernador Maximiliano Pullaro ha calificado de "estado catastrófico", llegando a instalar carteles de advertencia a la vera de las mismas para que la ciudadanía conozca la responsabilidad del Estado nacional.
La paralización de la planta potabilizadora espejo, sumada al antecedente de un corte de agua el pasado fin de semana que afectó a la ciudadanía, convierte a la provisión y presión del servicio en un tema de extrema sensibilidad. La concreción de esta obra es vista como imperiosa para mejorar la calidad de vida de más de 500 mil vecinos de la zona oeste de Rosario y localidades aledañas.
Mientras tanto, en paralelo a la planta potabilizadora, resta concretar un acueducto de 90 centímetros de diámetro que conectará Circunvalación y Baigorria hasta Uriburu, una cisterna de 10.000 metros cúbicos para rebombeo a zona sur, y obras complementarias en Ybarlucea y Funes.
La provincia, que ya había aportado fondos propios hace un año y medio para evitar una paralización anterior del proyecto, ahora considera que se ha "perdido tiempo" en negociaciones infructuosas. La posibilidad de una presentación judicial, con un borrador de escrito ya en circulación, está a la espera de la decisión final del Ministerio de Gobierno de Santa Fe para activar esta vía. El desmantelamiento del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa) por parte de la administración de Milei ha exacerbado la incertidumbre, dejando la continuidad de esta obra vital en manos del Ministerio de Economía.
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