No fue la noche de fútbol deslumbrante a la que la selección argentina tiene acostumbrado a su público. En un encuentro disputado en el que Colombia se mostró superior por momentos, el equipo de Lionel Scaloni debió sacar a relucir su coraje y personalidad para rescatar un valioso empate 1 a 1 en las eliminatorias, especialmente después de sufrir la expulsión de Enzo Fernández. El gol salvador de Thiago Almada a pocos minutos del final selló la igualdad.
El partido comenzó con una Argentina que buscaba manejar la pelota y encontrar espacios, aunque la presión alta de Colombia complicaba sus intenciones. La primera ocasión clara llegó con una doble pared entre Thiago Almada y Lionel Messi, que el diez finalizó con un derechazo desviado. Sin embargo, el campeón del mundo tardaría en volver a generar peligro. Colombia cerró los espacios de manera efectiva, y la posesión argentina resultó inofensiva, dejando expuesta la defensa ante cada pérdida. Luis Díaz, una constante amenaza, tuvo su primera oportunidad que fue contenida por Dibu Martínez.
Con el transcurso de los minutos, James Rodríguez se soltó en el campo y habilitó a Machado, quien no pudo concretar la jugada. Las aproximaciones de Argentina dependieron de sus individualidades, con Messi gambeteando y Mier achicándole el tiro, y un potente zurdazo de Julián Álvarez que el arquero colombiano desvió. El juego colectivo no fluía.
La selección colombiana, dirigida por Néstor Lorenzo, optó por un fútbol más vertical. Tras una recuperación cerca de su área, Luis Díaz protagonizó un golazo, sorteando a Cuti Romero, Otamendi, Molina y Paredes en un slalom impecable para definir sobre Dibu Martínez. El gol impactó en Argentina, que perdió la pelota y la recuperación en el mediocampo.
Lionel Scaloni movió fichas al inicio del segundo tiempo, buscando revertir el discreto desempeño. Ingresaron Giuliano Simeone y Nicolás González por Nahuel Molina y Rodrigo De Paul, estableciendo una línea de tres en el fondo. Pese a los cambios, el juego argentino no se modificó significativamente, mostrándose predecible en sus avances y sin poder quebrar el bloque defensivo colombiano. Los rivales, cómodos en el desarrollo, volvieron a inquietar el arco de Dibu Martínez, quien protagonizó una doble tapada ante remates de Ríos y Román.
Fue necesaria la picardía de Messi para que Argentina volviera a generar. Un rápido tiro libre del capitán habilitó a Nicolás González, cuyo remate fue interceptado por Mier. El rebote fue capitalizado por el delantero de Juventus, quien centró hacia atrás, pero el disparo de Enzo Fernández se fue desviado. Las irrupciones de Messi levantaron el ánimo del equipo. En otro tiro libre, Mier despejó mal, y Nico González, forzado, no pudo darle dirección al arco.
Cuando Argentina empezaba a crecer, sufrió un golpe inesperado: la expulsión de Enzo Fernández por una peligrosa pierna levantada que impactó en el rostro de Castaño. A pesar de la inferioridad numérica, el campeón mundial de Qatar no bajó los brazos. La personalidad del equipo se impuso, y como tiene jerarquía, siempre hay lugar para la inspiración. Así sucedió con Thiago Almada, quien recibió el balón desde afuera del área, avanzó y definió cruzado para vencer a Mier y sellar el empate.
El cabezazo de Ríos que dio en el palo derecho fue la última jugada de peligro del partido. Argentina rescató un empate que le costó mucho, frente a la única selección a la que no pudo vencer en las eliminatorias. La jornada dejó en claro que, aunque el juego no siempre sea el esperado, la selección cuenta con el coraje y la determinación para afrontar los desafíos.
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