Rosario, 10 de junio de 2025 - El nadador rosarino Matías Bottoni, de 17 años, ha comenzado una nueva y crucial etapa en su camino hacia la recuperación. Tras un grave accidente ocurrido el pasado 10 de mayo en el natatorio del Parque Olímpico de Buenos Aires, el joven fue trasladado este jueves desde el Instituto Fleni, en Escobar, a la clínica Aprepa, un centro integral de rehabilitación ubicado en San Jerónimo Sud, a escasos 40 kilómetros de Rosario. "Es un volver a empezar más cerca de los afectos. Hoy arrancamos de cero", expresó a La Capital Valeria, madre del deportista, aliviada por el cambio.
El accidente que sufrió Matías fue “atípico” y de una gravedad inusitada: mientras realizaba movimientos precompetitivos, saltó al agua al mismo tiempo que otro nadador se cruzaba de carril para salir de la pileta, provocando un choque. El impacto de su cabeza contra la espalda del otro deportista le causó una fractura en la quinta vértebra cervical que lesionó su médula. Tras ser asistido de inmediato, Matías fue trasladado al Hospital Santojanni, donde se le diagnosticó la necesidad de cirugía. La familia gestionó su operación en el Hospital Italiano, donde una colecta impulsada por la Confederación y la Federación de Natación logró reunir el dinero necesario en tan solo 24 horas.
Después de cuatro horas de cirugía y varios días en terapia intensiva y cuidados intermedios en el Hospital Italiano, Matías fue trasladado al Instituto Fleni para su rehabilitación inicial. Sin embargo, su estadía allí fue breve y "una mala experiencia", según relataron sus padres, Valeria y Luciano. Critican la infraestructura, la atención deficiente, la mala calidad de la comida y los servicios. Además, Matías contrajo una infección que obligó a interrumpir su tratamiento. "Ojalá que lo nuestro sirva para que los que están ahí sean escuchados. Nosotros pudimos cambiar, pero hay personas que no tienen esa posibilidad", comentó Valeria, haciendo hincapié en la necesidad de visibilizar la situación de otros pacientes.
Frente a este panorama, la familia Bottoni gestionó el traslado a Aprepa en San Jerónimo Sud. La llegada de Matías al nuevo centro, en una ambulancia ploteada con su nombre, marcó el inicio de una fase prometedora. "Acá no perdieron un segundo de tiempo para arrancar", destacó su madre, confirmando que Matías ya comenzó con las intensas sesiones de rehabilitación. Su rutina diaria incluye trabajos desde las 8 de la mañana hasta el mediodía, un descanso, y luego la reanudación del tratamiento desde las 15:30 hasta pasadas las 18. "Se la re banca", afirmó Valeria sobre la fortaleza de su hijo.
La cercanía geográfica ha permitido que Matías esté más cerca de sus seres queridos. Su madre y su novia, Martina, se han instalado en una casa cercana a Aprepa, mientras su padre, Luciano, viaja diariamente a Rosario para acompañar a su otro hijo. Matías ha recibido visitas de su hermano, sus abuelos y amigos, lo que ha sido fundamental para su ánimo. Si bien hay días difíciles, cuenta con el apoyo de un equipo de psicólogas, además del afecto de su círculo íntimo. "Mati está con muchas ganas de recuperarse y de rehabilitar. Seguimos adelante sin mirar atrás", concluyó Valeria, resaltando la profesionalidad y humildad del personal de Aprepa. Con tratamiento de lunes a viernes y los fines de semana dedicados al descanso y las visitas, Matías Bottoni encara con optimismo y determinación el largo camino de su rehabilitación.
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