Violenta represión en nueva marcha de jubilados frente al Congreso: gases, heridos y detenidos
Otra vez, la tradicional protesta de los miércoles terminó con represión. Una nueva jornada de movilización de jubilados, que tuvo lugar este miércoles 16 de abril frente al Congreso Nacional, culminó con graves incidentes, represión, heridos y al menos un detenido.
Según testigos y medios presentes en el lugar, efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional reprimieron con gas lacrimógeno a los manifestantes, quienes desde las 17 se congregaron para exigir mejoras en los haberes jubilatorios y pensiones. La represión se desató en el marco del ya habitual "semaforazo", una modalidad de protesta que consiste en ocupar brevemente la senda peatonal mientras los autos están detenidos por el semáforo.
En ese contexto, la Policía empujó a los manifestantes hacia la vereda justo en el momento en que la luz del semáforo cambió, lo que provocó empujones, corridas y momentos de tensión. Se registraron personas heridas y al menos una detención, aunque hasta el momento no trascendieron identidades.
La intervención del SAME fue necesaria tras el uso de gas lacrimógeno, lo que obligó a los manifestantes a retroceder por la Avenida Rivadavia, entre gritos de indignación y pedidos de asistencia médica.
Esta movilización forma parte de las acciones de protesta que desde hace semanas se repiten todos los miércoles. En esta oportunidad, los jubilados se manifestaron también en rechazo al veto del presidente Javier Milei a la ley de actualización previsional, lo que intensificó el reclamo por condiciones de vida más dignas.
La manifestación contó con el apoyo de agrupaciones políticas como la UTEP (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) y distintos partidos de izquierda. "¡Hasta conseguir jubilaciones dignas estaremos en las calles apoyando y acompañando a los jubilados! Nos vemos mañana", expresaron desde la UTEP a través de sus redes sociales, en respaldo a la convocatoria.
La represión de esta jornada se suma a una serie de hechos similares ocurridos en movilizaciones anteriores. La semana pasada, la protesta también contó con la presencia de gremios pertenecientes a la CGT y las dos CTA, como antesala del paro general realizado el 10 de abril.
Sin embargo, la movilización más significativa se produjo a principios de marzo, cuando hinchas de distintos clubes de fútbol acompañaron la marcha. Aquella jornada terminó con enfrentamientos de alta intensidad, varios detenidos y heridos graves, entre ellos el fotoperiodista Pablo Grillo, que debió ser hospitalizado por la violencia sufrida.
Una vez más, el reclamo de los jubilados por una vida digna se ve silenciado por la represión. Mientras tanto, la calle sigue siendo el único espacio que encuentran para visibilizar su lucha.
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