El congelamiento de las dietas de los senadores nacionales llegó a su fin este 31 de marzo, y con ello, los ingresos de los legisladores podrían superar los $9 millones, dependiendo de la paritaria de los trabajadores legislativos prevista para abril. Esto se debe a que las dietas volverán a estar atadas a los aumentos del personal del Congreso.
Posturas y pedidos dentro del Senado
El senador Luis Juez fue el primero en dirigirse formalmente a la vicepresidenta Victoria Villarruel para solicitar que "mantenga congelada mi dieta como senador de la Nación por todo el transcurso del corriente año", argumentando que "no son momentos para discutir los salarios de la política". A su postura se sumaron los legisladores de Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano, mientras que el resto aún no se ha manifestado públicamente.
Desde la oficina de la presidencia del Senado se deslizó que Villarruel "no volverá a firmar una resolución como lo hizo en diciembre", dejando la decisión en manos de los propios senadores durante la sesión prevista para este jueves.
El antecedente del congelamiento
A finales de 2024, la mayoría de los bloques parlamentarios solicitaron a Villarruel detener los aumentos hasta que el tema fuera tratado en sesiones ordinarias de 2025. Así, la vicepresidenta prorrogó la resolución DR 27/24, que había congelado las dietas hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, los legisladores no avanzaron en la discusión en marzo, lo que derivó en la actual descongelación de los salarios.
La postura del gremio legislativo
El secretario general de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero, destacó que el gremio logró "casi 60 aumentos salariales en el período", aunque reconoció que "la paritaria de los legislativos no está en línea con la inflación", valorando que no hubo pérdida de empleos en el Congreso.
Detalles del aumento y nuevo cálculo salarial
En abril de 2024, los senadores aprobaron una resolución que estableció que sus ingresos se calcularían en base a 2500 módulos más adicionales por gastos de representación (1000 módulos) y desarraigo (500 módulos). A pesar de su aprobación, en agosto se suspendió el aumento por la presión social y hasta del propio presidente Javier Milei, prorrogando el congelamiento hasta diciembre.
Actualmente, el salario bruto de un senador es de $7,8 millones, con descuentos de $2,6 millones por impuesto a las ganancias, obra social, aportes mutuales y partidarios, lo que deja un neto de $5,2 millones. Con el descongelamiento y una eventual paritaria del 6% en abril, el salario neto podría ascender a $7 millones, mientras que el bruto superaría los $10 millones.
Proyectos alternativos para regular las dietas
Durante 2024, se presentaron distintas iniciativas en la Cámara Alta para fijar criterios sobre los salarios legislativos. Una de ellas, impulsada por el senador Francisco Paoltroni (Libertad, Trabajo y Progreso), proponía permitir la renuncia parcial o total a las dietas a través de una solicitud formal. Además, planteaba un nuevo esquema salarial basado en diez jubilaciones mínimas, para "adecuarlas a un estándar que refleje las condiciones económicas del país".
Las propuestas deberán ser nuevamente presentadas y debatidas en comisiones durante el actual período parlamentario. Mientras tanto, la sesión del jueves será clave para definir si los senadores ratifican o revierten el aumento automático de sus dietas.
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