Un grave incidente de presunta mala praxis ha conmocionado a la comunidad de San Lorenzo y Rosario. Una mujer denunció públicamente que tanto ella como su beba sufrieron quemaduras con instrumental médico durante una cesárea realizada en el Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo. La recién nacida, identificada como Cloé, debió ser trasladada de urgencia a la Maternidad Martin de Rosario, donde fue intervenida quirúrgicamente debido a la gravedad de sus lesiones.
El relato de la madre, difundido a través de redes sociales y medios locales, describe un momento de terror durante el parto. Según su testimonio, al extraer a la beba, los profesionales la apoyaron sobre sus piernas con dos vueltas de cordón umbilical y fue entonces cuando comenzó a percibir un fuerte "olor a carne quemada". La mujer sostiene que el equipo médico "se había olvidado el electrobisturí prendido sobre mis piernas con lo que le quemaron totalmente la pierna a ella".
Desde la Maternidad Martin confirmaron el ingreso de una paciente de término derivada de San Lorenzo con una quemadura en el miembro inferior derecho. Tras una toilette quirúrgica realizada por un cirujano plástico, la beba permanece internada en neonatología, donde evoluciona favorablemente. Sin embargo, los médicos informaron a los padres que Cloé necesitará futuras intervenciones para injertos de piel.
En el Hospital Granaderos a Caballo, las autoridades actuaron de inmediato iniciando una investigación interna sobre lo sucedido. Eduardo Ross, director del nosocomio, expresó a La Capital su profunda "consternación" y la del personal ante este hecho. "Una vez que sucedió el hecho, el médico (obstetra) se dirigió a los papás y les comentó el incidente, algo que pasó en forma intraoperatoria", explicó Ross, añadiendo que se realizaron las medidas administrativas correspondientes, incluyendo un sumario que fue elevado a la asesoría jurídica provincial.
El director destacó la trayectoria del médico involucrado, con más de 30 años de experiencia, y aseguró que en sus 28 años en el hospital nunca se había registrado un incidente similar en las más de 8 mil cesáreas realizadas. "Como papá y abuelo entiendo la impotencia, la bronca, el enojo", manifestó Ross, ofreciendo el apoyo del hospital a la familia afectada.
La madre, quien también requirió curaciones por sus propias quemaduras, expresó su angustia en redes sociales: "Mi hija es sana y no tendría que haber pasado esto. Fue un error, yo les creo que no tendría que haber pasado y pasó. Mi bebé nació y un error está dejando secuelas que no merecía. Por eso tengo que hacer algo para no callarme". Agradeció la atención recibida en la Maternidad Martin, pero manifestó su temor ante las futuras cirugías que deberá afrontar su pequeña. "No intento ir contra nadie, pero no tendría que estar pasando esto. Por eso tengo que hacer algo y no callarme", enfatizó la joven madre, quien aún permanece internada junto a su beba.
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