El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de La Plata sentenció a 13 años de prisión a Mario Segovia, conocido como “El Rey de la Efedrina”, por haber dirigido desde la cárcel de Ezeiza una asociación ilícita dedicada al contrabando de un fusil semiautomático AR-15 y explosivos que iban a ser utilizados por bandas narcocriminales en Rosario.
La organización liderada por Segovia también incluía a su hermano, su hijo y su cuñado, quienes fueron condenados junto a otro colaborador. Hernán Jesús Segovia (hermano, policía en Santa Fe), fue sentenciado a 8 años y 6 meses de prisión; Matías Segovia (su hijo), a 5 años y 6 meses; Gonzalo Rodrigo Ortega (cuñado), a 7 años y 6 meses; y Ezequiel Hernán Bergara, a 5 años.
Los jueces Nelson Jarazo, Germán Castelli y José Michilini consideraron a todos como coautores de una asociación ilícita (con Mario Segovia como jefe), contrabando de importación de armas, tenencia ilegal de armamento de guerra y explosivos, y fabricación de armas de fuego de manera habitual. Todos deberán pagar una multa de $10.000, quedaron inhabilitados para el comercio por 5 años y para ejercer cargos públicos por el doble del tiempo de la condena, además de afrontar el pago de costas del juicio.
Mario Segovia, de 50 años, ya se encuentra cumpliendo una pena de 17 años y 6 meses por tráfico internacional de efedrina y pseudoefedrina, condena que concluiría en 2026. Fue declarado reincidente.
Además, Segovia y su hijo Matías fueron hallados culpables de acceso no autorizado a correos electrónicos del gobierno de Formosa, maniobra que les permitió simular ser funcionarios estatales y realizar compras ilegales de armamento a través de una empresa canadiense.
El tribunal ordenó el decomiso y destrucción de todas las armas secuestradas, y fijó el 3 de junio a las 17.00 para la lectura de los fundamentos del fallo.
Una estructura criminal desde prisión
Según lo expuesto por el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias, y la fiscal coadyuvante Patricia Cisnero, la organización funcionó entre septiembre de 2016 y julio de 2021, cuando se realizaron allanamientos y detenciones.
“Si bien esta situación es compleja y multifacética, está profundamente relacionada con el despliegue y disputa entre las organizaciones narcocriminales que se encuentran asentadas en la ciudad de Rosario y sus alrededores”, afirmó Iglesias. Mencionó a las bandas lideradas por Ariel Máximo “Guille” Cantero, Esteban Lindor Alvarado y Julio Rodríguez Granthon, todos ellos con vínculos carcelarios con Segovia.
Respecto al material introducido, Iglesias advirtió: “La munición del AR15 traspasa los chalecos antibalas de las fuerzas policiales de lado a lado. Dota de un poder de fuego superior al de nuestras fuerzas de seguridad”, y subrayó que, de no haberse interrumpido la operación, “en Rosario se habría desatado una carrera armamentística entre las distintas bandas criminales”.
El origen: una encomienda desde Canadá
La investigación comenzó con el hallazgo, en el aeropuerto de Luque, Paraguay, de una encomienda enviada desde Canadá, que contenía dispositivos para la fabricación de explosivos ocultos dentro de un sobre, una carpeta y un libro. El destinatario era un visitante habitual de Segovia en prisión, y la persona que debía ingresarla al país era una azafata de una línea internacional de colectivos.
La compra había sido realizada mediante dos casillas de correo electrónico del dominio @formosa.gov.ar, que la organización había hackeado. El uso de direcciones oficiales les permitió simular ser representantes estatales ante la firma canadiense, que solo vende armamento a gobiernos.
Un descuido de Matías Segovia, quien en una ocasión no utilizó el software de VPN y accedió desde un cibercafé en una estación de servicio de Rosario, permitió a los investigadores rastrear la dirección IP y desbaratar la organización. Los seguimientos incluyeron inspecciones de basura, donde se encontraron envoltorios de encomiendas y cables usados en explosivos.
El arsenal secuestrado
En los allanamientos, los investigadores hallaron:
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Un fusil AR15 ensamblado (el mismo modelo que usa el ejército de EE.UU. y que fue utilizado en el atentado contra Donald Trump),
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Municiones,
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Explosivos TNT y pentrita, en cantidades listas para uso (como tres panes de TNT con un total de 120 gramos),
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Elementos para detonar, como relojes Casio,
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Rollos de aramida, chalecos antibala,
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Manuales de armado de fusiles AR15 y AK47,
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Instrucciones para la elaboración de estupefacientes y
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Guías de francotiradores urbanos, que detallaban métodos para disparar desde ventanas, baúles de vehículos o cabinas de camionetas.
Durante el juicio, se revelaron también grabaciones de Segovia hablando con miembros de bandas narco sobre importar fusiles AK-47 desde África, y una invitación del condenado Martín Lanatta, responsable del triple crimen de General Rodríguez, para participar en negocios en Rosario.
La estructura criminal montada por Mario Segovia desde prisión, con conexiones tecnológicas, narcocriminales y logísticas internacionales, revela una vez más los desafíos de seguridad que enfrenta el sistema penitenciario y la lucha contra el crimen organizado en Argentina.
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